La jefa del servicio de Obstetricia del nosocomio, Claudia Maturana informó que el sábado 17, se realizaron las dos primeras experiencias de parto con pacientes positivas en la maternidad.

Los dos partos se desarrollaron con normalidad, ninguna de las embarazadas requirió oxígeno ni presentó dificultades. Luego de los alumbramientos, ambas madres se recuperaron favorablemente, amamantaron a su bebé y se empezaron a movilizar.

“En el hospital tenemos dos salas de parto. Una que funciona en el salón central y la otra se encuentra operativa en la sala COVID. Cada Unidad de Trabajo de Parto y Recuperación (UTPR) está equipada de igual forma, con camilla, incubadora, servocuna, oxígeno, baño y ducha, calefacción y pelota esferodinámica”, dijo la profesional.

Además explicó que una de las embarazadas ya contaba con resultado positivo desde el domingo 11 de julio, mientras que la otra fue diagnosticada con un test de antígeno en el hospital, horas antes del parto.

“Trabajamos articuladamente con el personal de Laboratorio, para detectar o descartar la infección y poder actuar a tiempo, tomando las medidas desde el primer momento”, manifestó Maturana.

Sobre las características del parto en pacientes positivas para coronavirus, la obstetra expresó que se desarrolla de la misma forma, con evolución espontánea y permitiendo el ingreso de un acompañante elegido por la embarazada, con las medidas de bioseguridad correspondientes, para respetar el parto humanizado.

Claudia Maturana afirmó que en este tipo de partos se extreman los cuidados, respetando las medidas de bioseguridad y el uso de los equipos de protección personal (EPP) tanto para el equipo de salud interviniente como para la madre que dará a luz.

Una vez que nació el bebé, la madre continúa con el EPP, se hace el “apego” como un vínculo afectivo entre la puérpera y el hijo y luego puede amamantar, fomentando la lactancia materna exclusiva.