ACTUALIZACIÓN DEL ORDENAMIENTO TERRITORIAL DE BOSQUES NATIVOS DE LA PROVINCIA

Ahora 23 de febrero de 2024 Por Rouse Leonor
Las comunidades criollas e indígenas de Salta, junto al INTA-IPAF NOA y otras instituciones, participaron en la actualización del Ordenamiento Territorial de Bosques Nativos (OTBN) de la provincia. Los investigadores de IPAF NOA cuentan cómo utilizaron la Metodología “Q” -propuesta por el Conicet- que permitió recoger las diferentes perspectivas de desarrollo territorial para armar así una propuesta final compartida que alterna producción y conservación.
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Una nueva propuesta de revisión de la Ley de Ordenamiento Territorial de Bosques Nativos, en la que participaron activamente los actores del territorio junto al INTA-IPAF NOA y otras instituciones, fue presentada en octubre ante la Secretaría de Ambiente y Desarrollo Sustentable de Salta. Desde el año 2014, esa provincia del norte argentino está en deuda con la normativa que obliga cada cinco años a realizar una actualización de las acciones tendientes a la preservación y al uso de los territorios con presencia de bosques nativos.

Concluye así un proceso de más de dos años, en base a planteos, herramientas técnicas y mucha información provista por los actores del territorio, que permite seleccionar y proponer espacios para cada una de las categorías de uso y conservación. La revisión presentada tuvo tres pilares fundamentales para su ejecución: la participación, comunicación y vinculación de los actores del territorio. La experiencia asumió el lugar de la AFCI y el cuidado del ambiente en la planificación de los territorios.

IPAF NOA (INTA) tuvo una participación activa en este proceso, compartiendo información y realizando aportes en la elaboración de las propuestas técnicas. La experiencia del investigador del instituto José Volante como especialista en sistemas de información geográfica, con más de 20 años en la temática, fue fundamental en el desarrollo de las herramientas de mapeo y de visualización. Volante ya había participado en el OT del 2008: “Hemos tenido un papel principal en las herramientas geográficas y en reuniones con los distintos grupos sociales para entender cuáles eran las miradas y demandas.” afirma. “Nos propusimos asegurar la participación de sectores que son comúnmente invisibilizados”.

El investigador del INTA explica que la Ley aclara que debe tomarse en cuenta, activa y democráticamente, las miradas de las comunidades aborígenes y de las poblaciones criollas. “Nosotros hemos incorporado esa mirada con muchos encuentros y consultas”, asegura Volante. Y agrega: “Asimismo, a través de las herramientas de cartografía se ubicaron todas las comunidades de Salta. Sobre esto se pudo ver, claramente representada, la presencia amplia de las comunidades en el territorio. Esto no es menor, ya que antes de aprobar cualquier proyecto de cambio de uso del suelo se tiene que comunicar, participar y vincular a los actores de la AFCI”.

Lucía Ruiz, pequeña productora que se dedica a la cría de ganado menor y mayor y es la actual presidenta de la Asociación Civil Nuevo Progreso, estuvo en todo este proceso de Ordenamiento Territorial, tanto en reuniones como en capacitaciones que se llevaron a cabo en Morillos y Salta Capital. “En mi participación, no tuve ningún problema, siempre me han dado el espacio para poder hablar”, asegura. “ Me sentí escuchada y sentí que nos escucharon a los pequeños productores. Nosotros lo que venimos cuidando es el tema del monte, para que los animales tengan su alimento natural y nativo y poder hacer manejo en ello. Cuidamos que no se desmonte y que se pueda recuperar todo lo que se ha venido dañando por muchas décadas por la falta de control. En eso estamos y a eso apuntamos”.

Volante destaca que el OTBN es un tema complejo que afecta intereses y pone en disputa las acciones que se pueden implementar. Y explica: “Eso pone en tensión al territorio y conciliar esas miradas no es tarea fácil. Por ello el esfuerzo en el desarrollo de herramientas que aseguren una participación democrática y equilibrada y que no invisibilice al sector de la AFCI y que entre en diálogo con otros actores era algo clave. Luego, con esa base, realizar el análisis técnico y propuestas de mapeo participativo. Se ha trabajado particularmente con el INAI y el IPAF NOA (INTA), en coordinación con la Secretaría de Ambiente, que tienen una orientación vinculada a la temática de la AFCI. Por suerte hubo una nutrida participación de comunidades aborígenes y criollas”.
Metodología “Q”

Para tal fin, se implementó una herramienta que logró contemplar las diversas perspectivas sociales, que se llama Metodología “Q”, propuesta por el CONICET. Esta permitió recoger las diferentes perspectivas que hay sobre un tema teniendo en cuenta la diversidad de opiniones más que la cantidad de actores que opinan. Eso garantiza que las miradas de los grupos minoritarios sean tomadas en cuenta a un mismo nivel.

Sobre su implementación Volante comenta que “hemos encontrado cuatro miradas bien específicas. En los extremos encontramos una enfocada en una perspectiva más conservacionista que piensa en producciones no maderables y hacer un uso del bosque sin transformarlo, sin su desmonte para la producción y la vida, mayormente representada por actores de la AFCI. Otra mirada, antagónica a ella, es una mirada más empresarial, a través de sectores más tecnificados con objetivos de producción y comercialización para exportación, que pretenden su uso para ganadería y actividad agrícola en sintonía con todo el proceso de expansión de la Frontera Agropecuaria. En el medio hay miradas que combinan estas dos miradas que, a priori, se contraponen”.

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