Una amenaza proveniente de las aguas dulces encendió las alarmas en Estados Unidos: la Naegleria fowleri, conocida como la “ameba devoradora de cerebros”. Este organismo unicelular cobró relevancia debido a su potencial para causar infecciones cerebrales mortales.

La ameba “devoradora de cerebros” desencadenó preocupación entre las autoridades de salud y la población en general en Estados Unidos. Este parásito prospera en ambientes cálidos de agua dulce, como lagos, ríos y fuentes termales.

La infección se produce cuando el agua contaminada con la ameba entra en el cuerpo a través de la nariz, generalmente durante actividades como nadar o bucear. Una vez en el organismo, esta migra al cerebro, donde causa una infección conocida como meningoencefalitis amebiana primaria (MAP).

Se trata de una infección que suele ser fatal con una tasa de mortalidad superior al 97%.