Ayudado por una plataforma de voz y al lado de su esposa, María Eugenia Sequeiros, el hasta hoy senador de Juntos por el Cambio no pudo evitar romper en llanto en varios tramos de sus palabras. El dirigente del PRO padece de Esclerosis Lateral Amiotrófica (ELA), lo que le dificulta el habla y la movilidad. Sus hijos -que estaban en los palcos- se también se emocionaron.

Bullrich habló acompañado por su esposa, visiblemente emocionada y que asistió a su marido en todo momento. Las manos de ambos, se mantuvieron aferradas durante la despedida.

El exministro de Educación pronunció un extenso discurso en el que hizo un llamado a anteponer los intereses personales y partidarios en beneficio del país y buscar un consenso para salir de este difícil momento.

“Gracias por las muestras de afecto, siempre intenté ser fiel a mí mismo. Renuncio a mi banca con mucha tristeza. Abandono los honores y no la lucha”, indicó.

Se quebró una vez más cuando le agradeció a su esposa por acompañarlo durante los últimos 22 años. “A mi mujer, María Eugenia, con quien hace dos días cumplimos 22 años de casados. María Eugenia es una santa. Ella es mi conexión con el cielo y mi cable a tierra”, afirmó.