Fentanilo mortal: Detectaron la existencia de un “riesgo sanitario” en el laboratorio

NacionalesHace 6 horas Por Prensa
En el predio se hallaron “sustancias peligrosas” al aire libre, medicamentos vencidos sin “trazabilidad”, químicos sin identificar y ampollas con residuos que contaminan el lugar. Los detalles exclusivos y por qué se solicitó el “retiro urgente” de los productos.
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Una inspección realizada en la planta de Laboratorios Ramallo SA, por orden del Juzgado en lo Criminal y Correccional Federal N°3 de La Plata, a cargo del juez Ernesto Kreplak, reveló “riesgo sanitario y ambiental” por malas condiciones de almacenamiento, residuos peligrosos y medicamentos en estado irregular. La requisa estuvo a cargo del Ministerio de Ambiente de la provincia de Buenos Aires, conducido por Daniela Vilar.

También de descubrieron productos químicos expuestos al sol, miles de ampollas de medicamentos al aire libre y “desechos de medicamentos y productos farmacéutico” en un “área a cielo abierto, sin contención, vinculado a una canaleta pluvial”.

En la planta de esa empresa se elaboró el fentanilo contaminado el 18 de diciembre de 2024, relacionado con la muerte de 96 pacientes. Laboratorios Ramallo SA era el elaborador exclusivo de HLB Pharma Group SA. El propietario de ambas sociedades es Ariel García Furfaro. El empresario permanece detenido, junto a otras seis personas. En el expediente hay 17 imputados. El magistrado evalúa las pruebas acumuladas en el expediente para resolver la situación procesal de cada uno de los sospechosos.

El procedimiento realizado sobre el predio de Ramallo, del cual también participó el Ministerio de Salud de la Provincia de Buenos Aires, fue solicitado por el juez Kreplak después de la difusión de imágenes del lugar tomadas por un dron del canal TN. El operativo tuvo como objetivo verificar la eventual existencia de residuos especiales conforme la normativa vigente".

La inspección fue ejecutada el 29 de agosto de 2025, con intervención de la Dirección Provincial de Control y Fiscalización y el Área Generadores de Residuos Especiales del Ministerio de Ambiente bonaerense, además de la participación activa del Ministerio de Salud de la provincia.

El dispositivo contó con acompañamiento de personal de la Policía Federal Argentina y la Prefectura Naval Argentina. Los motivos de la diligencia incluyeron la necesidad de constatar las condiciones generales industriales y ambientales internas, así como la gestión y trazabilidad de medicamentos y desechos, luego de múltiples antecedentes de inspecciones y causas judiciales previas.

El informe precisa que se identificó un “riesgo sanitario directo” por “la falta de identificación, documentación respaldatoria y conservación segura de productos farmacéuticos”.

Al respecto, el documento oficial detalla: “El almacenamiento sin condiciones seguras ni registros dificulta el seguimiento de lotes, la identificación de origen y destino, y puede generar perjuicio a la salud pública en caso de eventual distribución o uso”.

El informe fue suscripto por las áreas de fiscalización ambiental y acompañado de la asistencia técnica del Ministerio de Salud ante la presencia de medicamentos en ampollas y residuos especiales.

Según el texto del acta: “Se observa en uno de los sectores lo que sería la planta productiva y/o fraccionadora, encontrándose la misma en estado de abandono, con la presencia de árboles y vegetación que crecieron dentro del predio. Se observan además efectos personales en distintos sectores (ropa, calzado, utensilios de cocina, colchón enrollado, etc.), no visualizándose actividad productiva alguna al momento de la inspección”.

Tanto en exteriores como en depósitos, la inspección constató residuos y productos peligrosos dispuestos en forma irregular. Se registraron residuos sólidos sin identificación ni tratamiento, y montículos de basura domiciliaria de hasta 2 por 2 metros, además de otro sector de 2 por 8 metros con neumáticos, plásticos y restos de mampostería.

Uno de los puntos más críticos fue el sector donde, sobre un rack (una estructura metálica), se hallaron 25 tambores de 200 litros, algunos identificados como “Triglicérido Caprílico Caprico” (se lo utiliza, por ejemplo para la elaboración de productos cosméticos) junto con dos bines de 1.000 litros de líquido sin identificar y etiquetado en idioma oriental.

Los funcionarios también establecieron: “El suelo presentaba un cuadro avanzado de corrosión, lo que llevó a los técnicos a considerar al líquido como potencialmente corrosivo”.

Contiguo a ese lugar, se encontró una acumulación volumétrica de residuos farmacéuticos: un área de cerca de 10 por 15 metros y hasta 1,5 metros de altura, cubierta de “restos de ampollas de vidrio rotas y sanas, conteniendo algunas de ellas líquidos en su interior; algunas ampollas con la siguiente denominación: trimpol-metroclopramida, metoclopramida, aminofilina, cloruro de potasio, suero fisiológico (ampollas de plástico), nonadrenalina, superglucosado, diclofenac, pano bromuro, entre otras”, según consigna el informe.

Información Infobae

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