La UBA advierte por el impacto del ajuste: "Todos los días la educación superior es un poco peor"

En el marco del masivo abrazo al Hospital de Clínicas y la tercera Marcha Federal Universitaria convocada para este jueves, desde la Universidad de Buenos Aires (UBA) advierten que el ajuste presupuestario impulsado por el gobierno de Javier Milei hace que la educación superior sea "un poco peor" todos los días.
"En abril de 2024, después de la primera marcha, se actualizaron los gastos de funcionamiento y desde ese momento están congelados otra vez. En ese período, a las universidades nacionales para la salud les reconocieron cero, y eso impacta en el funcionamiento cotidiano", afirmó a C5N el secretario de Hacienda de la UBA, Matías Ruiz.
"Al mismo tiempo, en términos de salarios, desde diciembre de 2023 a hoy se perdió casi la mitad del salario, más del 40% de pérdida de poder adquisitivo, y eso se agrava todos los meses. Cada mes de 2025, la actualización de salarios fue menor que la inflación; se acumula un 10% adicional", remarcó.
Desde abril del año pasado, la actualización presupuestaria para los hospitales universitarios fue del 0%; en el caso de las facultades, se aumentó un 20%. Ambas cifras resultan claramente insuficientes cuando se las compara con la inflación acumulada en el mismo período, que rondó el 70% en la Ciudad de Buenos Aires.
"Esto impacta con serias dificultades en la atención, falta de insumos, muchos profesores dejando de trabajar en la Universidad y dificultades en términos del funcionamiento. Impacta mucho en cómo se enseña. La UBA es la mejor rankeada de habla hispana en el mundo y nosotros lo vemos como una prioridad", sostuvo Ruiz.
Un docente que inicia su carrera en la UBA no alcanza el Salario Mínimo, Vital y Móvil, que en mayo es de $308.200: cobra un básico de $200.000, que llega a $250.000 con la garantía salarial. Un residente en un hospital universitario cobra en mano unos $1.200.000; un profesor titular con dedicación exclusiva sin antigüedad, $1.500.000.
Este atraso en los salarios se traduce en un éxodo de médicos, residentes, profesores e investigadores hacia el sector privado. "En el caso de los hospitales, se administra la atención de los pacientes: si el hospital no tiene la garantía de que los puede atender, los deriva", explicó el funcionario.
"En las facultades, las clases pueden continuar, pero sucede una peor educación. Lo mismo con el mantenimiento de los edificios. No es un tema de que las puertas se cierren, sino que todos los días la educación superior es un poco peor", advirtió.
Además de los salarios, los principales gastos de la Universidad incluyen los servicios públicos, becas, programas de investigación, limpieza y seguridad, conectividad y mantenimiento básico de los edificios, que en la mayoría de los casos imponen actualizaciones de precios que exceden a la UBA.
"En 2024 y 2025 no hubo leyes de presupuesto, por lo cual se prorrogan los presupuestos nominales y las actualizaciones quedan de manera discrecional en el Poder Ejecutivo. En ese sentido, impulsamos una Ley de Financiamiento que garantice el valor que las partidas tenían cuando el Congreso las votó en 2023, tanto para salarios como gastos de mantenimiento", detalló Ruiz.
El secretario señaló que "hay diálogo institucional de manera permanente" con representantes del Gobierno y "el Consejo Superior periódicamente manifiesta la situación". "Nos encontramos con un marco de restricción presupuestaria, y el replanteo que se hace desde la UBA es la prioridad de estos aspectos", concluyó.