Luego de las distintas auditorías e informes realizados en el Senado, se conoció la renuncia de Juan Manuel Di Teodoro, un abogado afiliado al sindicato Unión del Personal Civil de la Nación (UPCN) que fichaba con su huella digital, pero que se iba de la Cámara alta y no trabajaba, según informaron desde la Presidencia del Senado.

"Fue identificado incumpliendo sus obligaciones laborales a través del registro de las cámaras de seguridad", señalaron fuentes parlamentarias a MDZ. 

Según contaron voceros de la presidencia del Senado, Di Teodoro "registraba su ingreso biométrico colocando su huella digital y luego se retiraba, repitiendo esta maniobra en distintos momentos del día, lo que le permitía aparentar cumplir con su horario sin permanecer en su puesto de trabajo".

La renuncia se conoció en el decreto parlamentario 138/25 del 11 de marzo que lleva la firma de la titular del Senado, Victoria Villarruel. Este abogado renunció formalmente el 18 de febrero "después de unas vacaciones". "Prolongó su permanencia haciendo uso de licencias y vacaciones, lo que estaba permitido por la normativa vigente", indicaron a este medio.

La caza de Ñoquis de Villarruel

Desde septiembre de 2024, Villarruel, implementó un nuevo sistema de control de asistencia en esa Cámara. Se trata de la verificación de presentismo del personal legislativo mediante la toma de huellas digitales y que abarcará al personal de las plantas permanentes y temporal.

La iniciativa, que está bajo la órbita de la Dirección General de Recursos Humanos, dispone la implementación de este sistema en cada dependencia del Senado para verificar la asistencia de los empleados.