Comienzan los festejos por Navidad y Año Nuevo y se busca identificar los hogares para que los vecinos no arrojen fuegos pirotécnicos que puedan afectar a personas con autismo.

El azul es el color distintivo del trastorno del espectro autista (TEA) y el objetivo de la campaña  es informar y concientizar a las personas que viven alrededor de una casa donde una persona con TEA pasará las fiestas adornando las puertas con un moño o una decoración azul.

Tanto niños como adultos con autismo a raíz de los estruendos sufren de hipersensibilidad auditiva, tienen sudoración y taquicardia, y entran en un estado nervioso crítico.

¿Qué les provoca la pirotecnia?

• Alto nivel de estrés y ansiedad
• Llanto y gritos
• Miedo
• Taparse los oídos de manera desesperada
• Se incrementa su nivel de cortisol en sangre, lo que los pone tensos y tienen conductas repetitivas
• Actitud agresiva como forma de manifestar molestia.