Eric Hafner, un preso confinado en la Institución Correccional Federal de Otisville en Nueva York, se candidateó para diputado estatal de Alaska por el Partido Demócrata para ganar el único escaño en el Poder Legislativo radicado en la ciudad de Juneau. El hombre en cuestión ya lo había hecho en 2016 y 2018 en otros estados, aunque no estaba radicado allí.

En 2016, en el año electoral en el que Donald Trump se hizo con la presidencia de los Estados Unidos, Eric Hafner ya se había presentado como diputado de Hawái por el Partido Republicano, aunque no era el estado en el que vivía. Lo mismo hizo en 2018, para los demócratas, pero en el estado de Óregon, pero tampoco fue electo.

En ambas oportunidades, se postuló en libertad, situación que cambió en 2022. Aquel año, Hafner se declaró culpable de haber realizado distintas llamadas anónimas con motivo de amenazas de bomba falsas a jueces, policías y abogados en el estado de Nueva Jersey. Por esos crímenes, hoy se encuentra cumpliendo una pena a 20 de prisión en el estado de Nueva York.

Su nueva e insólita postulación llega a sus 33 años, ingresando a la contienda electoral de Alaska como demócrata en una primaria no partidista bajo el sistema de "orden de preferencia" para ocupar una banca en la Cámara Baja estatal que cuenta con 40 bancas. En estos comicios, celebrados en agosto, los cuatro candidatos más votados pasarían a formar parte de las elecciones generales.

A pesar de que no entró entre los cuatro más votados de Alaska en esa primera instancia, dos de los que habían logrado pasar a las generales se retiraron, dando lugar a los dos siguientes de los resultados. Hafner, consiguió el sexto lugar, por lo que obtuvo uno de los lugares para participar de las elecciones, pudiendo esto impactar en la opinión pública y cambiar el rumbo electoral del estado.