Descubren una mutación genética en mosquitos transmisores del dengue
Uno de los últimos avances para entender el comportamiento del mosquito vector es un estudio científico llevado adelante por especialistas del CONICET, de la Fundación Mundo Sano y del Instituto Oswaldo Cruz, en Río de Janeiro (Brasil), en el que identificaron una mutación genética que le brinda una alta resistencia a los insectos Aedes aegypti cuando se les aplican insecticidas del grupo de los piretroides.
La permetrina es una sustancia química sintética que se usa como insecticida y acaricida, así como repelente de insectos. Pertenece a la familia de los piretroides, compuestos con acción neurotóxica sobre diversos parásitos.
En el año 2013, distintos estudios de campo en el control del mosquito vector del dengue encendieron las alarmas de los científicos, cuando detectaron en una de las zonas endémicas del Aedes aegypti, como lo es la localidad de Salvador Mazza, en Salta, que la aplicación de piretroides en distintas fumigaciones, no producía un descenso significativo en la población del mosquito.
“Durante varios meses hicimos distintos estudios de campo en la ciudad de Orán, en Salta. Y colegas de la Fundación Mundo Sano hicieron lo mismo en Tartagal (Salta), Clorinda (Formosa) y Puerto Iguazú (Misiones). En las cuatro ciudades hemos seguido al mosquito responsable de diseminar el dengue e identificamos mediante varios ensayos toxicológicos, que estos insectos registran una mutación genética que los hace más resistentes al efecto de insecticidas del grupo de los piretroides”, detalló Harburguer, que es directora del estudio e investigadora del CONICET en el Instituto de Investigaciones Científicas y Técnicas para la Defensa (CITEDEF, Ministerio de Defensa) y en el Centro de Investigaciones de Plagas e Insecticidas de Villa Martelli (CIPEIN, CONICET-UNIDEF-CITEDEF).
Especialistas del CONICET de la Universidad de Salta recogieron huevos de mosquitos Aedes aegypti en la localidad de Orán (Salta). Y colegas de la Fundación Mundo Sano hicieron lo mismo en Tartagal (Salta), Clorinda (Formosa) y Puerto Iguazú (Misiones).
“Bajo estrictas medidas de bioseguridad criamos estos huevos en nuestro laboratorio hasta llegar a adultos, y comprobamos que todas las poblaciones evaluadas tenían una muy elevada resistencia a piretroides cuando los exponíamos a dosis normalmente letales. Evaluamos hasta 10 veces las dosis que se utilizan y los mosquitos siguen siendo resistentes”, precisó Harburguer, que es integrante del CIPEIN designado como Centro Colaborador de la Organización Mundial de la Salud (OMS) para la resistencia e investigación de los insecticidas en vectores de chagas y dengue.
La experta explicó como todas las poblaciones de mosquitos eran muy resistentes a los insecticidas aplicados debido a una mutación genética que no se había registrado antes y que impedía que afectara su sistema nervioso.