Pedro Luis Galazzi, segundo Comandante del Crucero ARA “General Belgrano” y Capitán de Navío (retirado), recordó lo terrible que es atravesar una guerra como la de Malvinas y habló con Eduardo Feinmann sobre el “espíritu patriótico”.

“Las órdenes no se impartían, digamos, en general a toda la dotación sino de acuerdo a las órdenes. Muchos ignoraban lo que estaba ocurriendo, pero se seguían capacitando. En esa noche, antes de cenar, el comandante les informó que atacaríamos a la flota inglesa”, aseguró Galazzi en su charla con Eduardo Feinmann.

“La zona de exclusión es algo que no existe para nosotros. La zona de exclusión es como hacer un ring en el mar. Las armas que tienen largo alcance hacen que se tenga que lanzar antes de la zona de exclusión, y entonces la zona de exclusión no tiene sentido. Nosotros íbamos en crucero de guerra listos para combatir con cualquiera”, afirmo´el capitán retirado.

Muchos afirman que el submarino HMS Conqueror, cuyo capitán Wreford-Brown recibió la orden de destruir al ARA General Belgrano cometió un crimen de guerra. Eduardo Feinmann quiso conocer la opinión de quien fuera el segundo Comandante del barco, quien negó rotundamente la frase.

“El hundimiento del Belgrano no fue un crimen de guerra. Nosotros estábamos en guerra, en la guerra. Lamentablemente, la definición de guerra es combatir al enemigo hasta eliminarlo, sea lo que sea. A nosotros nos ordenaron ir a atacar al enemigo y vamos a atacar al enemigo. La orden que recibió fue, desde donde está, ponga rumbo tanto y ataque al enemigo”, indicó Galazzi.

El abandono del ARA General Belgrano
El ex capitán explicó que ante una situación como la que atravesaron, “el comandante es el jefe, digamos, el que comanda las operaciones. El segundo comandante, entre tantas otras cosas, es el que tiene varias obligaciones entre ellas en caso de abandonar el buque, dirigir el abandono, que fue un momento realmente para mí maravilloso sobre cómo se comportó la dotación”.

Tras asegurar que el momento fue dramático, Galazzi indicó: “una cosa es contarlo y otra cosa es sentirlo. Ante esa circunstancia la gente está capacitada y esperan la orden que se les da al comando”.

“Cuando transmito la orden de abandono fue una despedida interminable. La gente mirándome a mí y yo dando la voz de abandono, fue como una despedida que no terminó, fueron segundos pero no terminaba más”, recordó.

Por último, el ex capitán de navío se tomó un minuto para expresar un deseo. “Hay que hacer a la patria trabajando honestamente, cumpliendo con sus deberes. Qué lindo sería si todos haríamos lo mismo, los militares preparándose para cuando la patria nos necesite, los profesionales trabajando para hacer más grande el país”, concluyó.