La monja francesa sor André, la mujer más anciana del mundo desde el pasado abril, murió mientras dormía a los 118 años anoche en la residencia de ancianos de Toulon, en el sur de Francia, donde residía, anunció el portavoz del lugar.

"Ella falleció a las 2 de la mañana. Es una gran tristeza, pero es lo que ella quería, su anhelo era llegar a su amado hermano. Para ella fue una liberación", agregó David Tavella, gerente de comunicación de la casa de cuidado de los ancianos Sainte-Catherine-Labouré.

Ningún organismo oficial otorga el título de hombre o mujer de mayor edad en el mundo, pero sor André fue la mujer de mayor edad cuya fecha de nacimiento fue verificada. Incluso el Libro Guinness había establecido su récord el 25 de abril, luego de la muerte del japonés Kane Tanaka a la edad de 119 años.

Desde hace algunos años, la anciana religiosa no ocultaba un cierto cansancio: esperaba "retirarse de este asunto", pero "Dios no me escucha", confiaba hace un año.

Confinada a una silla de ruedas y ciega, sor André, nacida como Lucile Randon el 11 de febrero de 1904 en Al`s, lamentaba haber perdido algunas de sus capacidades físicas. "Se dice que el trabajo mata, pero el trabajo me hizo vivir. Trabajé hasta los 108 años", expresó en abril cuando se convirtió en decana de la humanidad, después de haber sido primero de Francia y luego de Europa.