EL HINCHA ARGENTINO QUE DUERME EN LAS CALLES DE DOHA

Deportes 10 de noviembre de 2022 Por Betina Almada
El hincha argentino que duerme en las calles de Doha, bebe agua de las fuentes y pide comida en restaurantes. Lucas hizo 24 mil kilómetros en un mes y medio y con mil euros busca quedarse hasta la final de la Copa del Mundo. Está desde septiembre en Qatar y sueña con conocer a Messi y Julián Álvarez.
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El delicado momento económico que atraviesa la Argentina obliga a un esfuerzo enorme de parte de los hinchas que viajaron para presenciar el Mundial de Qatar. Poder reducir los costos es el gran objetivo que tienen los fanáticos y en ocasiones puede llevar a un sacrificio enorme si el periplo se hace con un monto mínimo de dinero y sin posibilidades de hospedarse en algún lugar. Ese es el caso de Lucas, un joven argentino que llegó a Doha hace dos meses, que desde agosto que está dando vueltas para vivir la gran cita de la redonda, pero también para cumplirle una promesa a un amigo.

El chico es de Chubut y viajó con su carpa. Duerme en las calles de Doha, se alimenta de lo que le dan en las casas de comidas rápidas y restaurantes y bebe agua de las fuentes. “En un mes y medio hice 24 mil kilómetros, todo para ver a la Selección, a Leo (Messi) y a los jugadores de River. Un Mundial low cost”, le contó a TyC Sports.

Para poder ahorrar dinero, llegó a Qatar luego de hacer varias escalas y de perder tres vuelos. “Primero paré en Perú y luego hice Madrid, Barcelona, París, Turquía y llegué acá el 7 de septiembre. El 1 de agosto ya estaba en Madrid. Me vine temprano porque yo no tenía tickets, perdí tres vuelos y así estamos”, agregó.

Dispone un monto fijo para poder estar cinco meses a miles de kilómetros de su casa. “Acá llegué con 1.000 euros. Estuve tres días sin dormir porque me echaban. Pedí comida, hospedaje, acá hay fuentes de agua. Quiero aguantar hasta el final para ver si puedo conseguir un ticket para la final. Hay que hacer esfuerzo porque la recompensa va a ser linda”, afirmó.

“Comer es barato, pero el tema del hospedaje sale caro”, reconoció, al tiempo que manifestó las complicaciones que tiene a la hora de dormir y por qué se tiene que trasladar constantemente: “Me tenía que mover cuando oscurecía. Se hacía de noche y me iba a dormir una o dos horas. Después me iba a los shopping o las casas de comidas de 24 horas para dormir un poco, cargar el celular, el tema de Internet. Me voy moviendo para no llamarle la atención a la Policía. Levanto, descanso un poco, cargo el celular y salgo para otro lado”.

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