Un cohete se estrelló contra la Tierra poco después del despegue el lunes en el primer accidente de lanzamiento de la compañía de viajes espaciales de Jeff Bezos, pero la cápsula que transportaba los experimentos logró llegar en paracaídas a un lugar seguro.

No había nadie a bordo del vuelo Blue Origin, que utilizó el mismo tipo de cohete que el que envía a los clientes que pagan un biaje al espacio. Los cohetes ahora están en tierra a la espera del resultado de una investigación, dijo la Administración Federal de Aviación.

El cohete New Shepard estaba apenas un minuto en su vuelo desde el oeste de Texas cuando llamas de color amarillo brillante salieron disparadas alrededor del único motor en la parte inferior. El sistema de aborto de lanzamiento de emergencia de la cápsula se activó de inmediato, levantando la nave por encima. Varios minutos después, la cápsula se lanzó en paracaídas sobre el remoto suelo del desierto.

El cohete se estrelló y no se reportaron heridos ni daños, dijo la FAA, que está a cargo de la seguridad pública durante los lanzamientos y aterrizajes espaciales comerciales.

El comentario de lanzamiento de Blue Origin quedó en silencio cuando la cápsula se catapultó del cohete el lunes por la mañana y finalmente anunció: “Parece que hemos experimentado una anomalía con el vuelo de hoy. Esto no estaba planeado”.

“Fallo del propulsor en el vuelo no tripulado de hoy. El sistema de escape funcionó según lo diseñado”, tuiteó la compañía con sede en Kent, Washington, casi una hora después.