FRASES QUE TIENEN IMPACTO EN EL DESARROLLO DE LOS HIJOS: “¡CUIDADO, TE VAS A CAER!”

Sociedad 20 de julio de 2022 Por Agostina Morales
La forma en que los adultos se dirigen a los niños no es inocua; sea para bien o para mal, la forma de comunicar es importante y deja huellas.
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Es que la niñez es una etapa de la vida de grandes improntas. Es una etapa claramente de grandes desarrollos psicológicos, neurofisiológicos, en la que toman forma estructuras que son la base para la personalidad, estilos de afrontamiento en la vida, formas de resolver problemas, y por supuesto se comienza a gestar la autoestima.

“Eso siempre sucede y no es muy evitable”, comenzó a analizar para Infobae Eduardo Gastelumendi, psiquiatra y psicoanalista en función didáctica y profesor del Instituto de la Sociedad Peruana de Psicoanálisis, para quien “lo que sí se puede evitar son aquellos impulsos de los que los padres se dan cuenta”. “No podemos evitar nuestra manera habitual de comunicarnos, nuestros temas más profundos, nuestras rivalidades, incluso los pequeños sadismos”, dijo el especialista en relación a aquellas cosas que nuestros padres hicieron con nosotros y tal vez no nos gustaron, pero las repetimos. “Con esa red de transmisión no se puede lidiar”, enfatizó el ex presidente de la Asociación Psiquiátrica Peruana y de la Sociedad Peruana de Psicoanálisis.

“Lo que le decimos a nuestros hijos en sus primeros siete años de vida se vuelve la voz interna adulta y adolescente. Es algo que se vuelve automático y ellos mismos se lo repiten, y lo peor es que esta repetición se vuelve inconsciente, una forma de hablarse a sí mismos y un patrón de conducta (o sea, cada vez que hago esto pienso esto) en esta relación entre el pensamiento la cognición y la acción”. La que habla es la psicóloga mexicana Daniela Ocaranza, especialista en niños y adolescentes, quien enfatizó que “durante los primeros siete años lo que rige es el hacer, el cuerpo, el moverse; entonces el mundo se entiende a través del movimiento”.

Y tras resaltar que “el primer septenio rige lo que se va a volver la voz interna y lo que más se necesita y se vincula con el mundo es el cuerpo”, la especialista destacó: “En esa combinación, lo más respetuoso que podemos hacer con nuestros hijos es respetar el proceso del cuerpo y a partir de eso se va a generar un pensamiento, luego una conducta, que va a regresar a la sensación, etc etc”.

José Sahovaler es médico psiquiatra y psicoanalista y el ex coordinador del Departamento de Niños y Adolescentes de la Asociación Psicoanalítica Argentina (APA) y ante la consulta de este medio señaló que “los padres le dan a los hijos mensajes conscientes, preconscientes e inconscientes; a veces uno sabe lo que les transmite y otras no”.

Ejemplificó que, “si alguien cree que los varones tienen que ser arriesgados y la nenas más cuidadosas, seguramente va a transmitir mensajes en ese sentido”. “Lo que los padres dicen determina a los hijos, aunque sepan o no lo que están diciendo, es como un continuo entre consciente e inconsciente”, observó Sahovaler, quien destacó que “también los hijos ‘vienen’ con cosas y en ese sentido, así como el adulto hay cosas que transmite de las que sabe y otras no, los chicos algunas las registran y otras las asumen sin saber que se las están diciendo”.

En opinión de la licenciada en Psicología María Laura Santellán, “es importante que los adultos modulen la manera en que hacen ciertas apreciaciones acerca de los niños porque ellos, más allá de su capacidad receptiva que es amplísima, están en un momento formativo de su autoestima, su personalidad, su estilo de afrontamiento, de resolución de problemas y de infinidad de recursos emocionales conductivos conductuales que en la niñez se sientan las bases para luego desarrollarse”. “El saber dirigirse a los niños es algo que los papás pueden trabajar y puede tener un resultado muy bueno en el sentido de permitirle al niño tener un desarrollo flexible frente a los hechos, así como a los eventos que ellos mismos provocan -sostuvo-. La flexibilidad es la base para la salud mental”.

Dio tres opciones que los padres deberían tener en cuenta para proteger a sus hijos sin limitar su desarrollo:

1- Describir la situación: veo que te estás trepando y podrías caerte o pegarte con esto que estoy viendo

2- Accionar: mover a la personita de lugar y explicarle “te voy a mover de aquí porque esto no parece tan seguro para un niño tan chiquito”

3- Buscar contextos desafiantes a nivel físico sin que representen un peligro fatal. El juego peligroso es necesario para formar la sensación de logro. También los ayuda a conocer su cuerpo, qué puede hacer y para qué.

Finalmente, para la subdirectora de adopciones de la Dirección de Protección del Instituto Colombiano de Bienestar Familiar (ICBF) Andrea León, “el lenguaje de los niños es concreto y así mismo se les debe hablar”. “Debemos manejar siempre un lenguaje sencillo. De acuerdo con la edad del niño, es preciso tener presente que su lenguaje es concreto y que mi mensaje no lo debe juzgar -recomendó-. Si se trata de dar una instrucción, lo mejor será decirles exactamente lo que deben hacer”.

FUENTE: INFOBAE

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