El efectivo con la excusa que estaba apurado porque debía ver a su madre intentó persuadir a los gendarmes y finalmente llevaba más de dos kilos de cocaína en el vehículo. 

“En consecuencia la Institución Policial puso a disposición de la citada fuerza nacional toda la información en relación al oficial detenido”, expresaron desde la Jefatura de Policía. 

“Cabe destacar que el personal involucrado tiene una antigüedad de 8 años y actualmente se encontraba de licencia, a disposición de la Dirección General de Recursos Humanos en situación de Retiro Obligatorio, para su desvinculación definitiva de la Institución”, continúa el escrito. 

El policía, identificado como Cristian Ponce (Oficial Ayudante), expresó que viajaba con urgencia desde la ciudad de Orán hasta la capital salteña porque su madre estaba enferma. Cuando le solicitaron que abra el capot del vehículo, el policía exclamó: “Soy colega, dejenme pasar”. Además, se negó a bajarse del auto. 

En consecuencia los gendarmes comenzaron a sospechar que algo no estaba bien, con lo cual continuaron con la requisa con el can antinarcótico “Bailey”. Al momento de pasar por la puerta trasera derecha el animal procedió a sentarse, indicando de esta manera la posibilidad de estar en presencia de alguna sustancia prohibida. Fue así que efectivamente se hallaron tres paquetes rectangulares envueltos en cinta adhesiva debajo del asiento trasero y dinero en efectivo. 

El total de lo secuestrado fueron 2 kilos y 120 gramos de cocaína, 1.321.974 pesos argentinos, $ 1.220 pesos bolivianos, $ 1.000 pesos chilenos, US$ 101 dólares y un teléfono celular