El Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR) advirtió este jueves que “la gente ya empezó a pelearse por la comida” en Mariúpol, la ciudad del Dombás, en el este de Ucrania, asediada por tropas rusas y bombardeada desde hace días por el ejército de Vladimir Putin.

“Todas las tiendas y las farmacias fueron saqueadas hace cuatro o cinco días. Algunas personas todavía tienen comida, pero no sé cuánto durará”, afirmó el jefe de la oficina local, Sasha Volkov, desde Mariúpol, en una grabación de audio enviada a los medios y citada por AFP.

Y prosiguió: “Muchos no tienen agua para beber (...). Mucha gente dice que tampoco tiene comida para los niños”.

Asediada durante varios días por las tropas rusas, los habitantes de esta ciudad portuaria se ven privados de electricidad, agua y gas. Los intentos de evacuar a cientos de miles de civiles fracasaron varias veces en los últimos días. Ambas partes en conflicto se culpan mutuamente de esta situación.

Tres personas, incluida una niña, murieron en el bombardeo ruso de un hospital pediátrico en Mariúpol el miércoles, anunció este jueves la alcaldía. Sin embargo, Moscú rechazó la versión y dijo que se trató de “una puesta en escena”. “La aeronáutica rusa no llevó a cabo absolutamente ninguna misión contra blancos en la zona de Mariúpol”, afirmó el ministro ruso de Defensa, Igor Konashenkov.

Pero Ucrania y la Unión Europea (UE) tildaron el ataque como un “crimen de guerra”.

Para la Cruz Roja la situación humanitaria ha escalado en los últimos días a niveles a desesperantes.

“La gente empezó a pelear por comida. Otros destrozaron el coche de otra persona para conseguir gasolina”, apuntó Volkov.

Según contó, ha surgido un mercado negro, donde es posible encontrar verduras pero no carne.

Además, explicó que las personas no tienen adónde ir y, a menudo, permanecen confinadas.