La situación es crítica. Con las camas de terapia intensiva colapsadas y un récord de muertos en los últimos días, las playas de Río de Janeiro se cerraron al público este fin de semana.

A partir de un decreto publicado hoy en el Boletín Oficial, se hizo pública la prohibición del uso de las playas y del baño de mar.

Las autoridades de la "Cidade maravilhosa" buscan contener los estragos que está produciendo la segunda ola de coronavirus en ese estado, uno de los más afectados del país.

“Las medidas se vuelven extraordinarias, porque hemos llegado a alto riesgo. Sabemos que las playas no son un lugar de gran transmisión, pero necesitábamos mandar un mensaje a la población”, dijo el alcalde Eduardo Paes en una entrevista con GloboNews. “Hago un llamado a los cariocas: es el momento de quedarse en casa”, imploró.

Además, se suspendieron todas las actividades deportivas y económicas dentro de la playa, así como el estacionamiento en la rambla.

Las autoridades ya habían prohibido el 5 de marzo el funcionamiento de bares y comercios después de las 21:00 horas y la permanencia de personas en la calle entre las 23:00 y las 05:00 horas.

Paes afirmó que el lunes anunciará “medidas más restrictivas” al cabo de una reunión prevista con el comité científico que lo asesora

Las unidades de cuidados intensivos de la red pública de la ciudad registran una tasa de ocupación del 95%, según las autoridades.