
El oficialismo busca aprobar las legislaciones de impacto fiscal, tributario y laboral, redefiniendo la disputa política hacia el cierre del año parlamentario.



Javier Milei cumple este miércoles dos años como presidente y, pese haberse definido en campaña como "especialista en temas de crecimiento económico con o sin dinero", los indicadores de su gestión muestran un panorama poco alentador para trabajadores, jubilados y otros grupos vulnerables, mientras que sectores como el de las finanzas celebran lo ocurrido en esta primera mitad de su mandato.


Si bien logró mejorar algunas cifras como el Producto Bruto Interno (PBI), la inflación mensual (-10,5%) y la pobreza (-8,5%), otros datos muestran que esa recuperación fue a causa de una peor distribución del ingreso.
El salario real registrado, por caso, cayó 5,5%. Peor parte se llevan la jubilación (-18,40%) y el Salario Mínimo, Vital y Móvil, que bajó 33,8% y se ubica como el más bajo de la región. Son varios los economistas y especialistas que advierten que el Gobierno utilizó los salarios "como ancla del ajuste y la desaceleración de la inflación".
En esa línea, subieron la desocupación, la informalidad y la deuda externa, a la vez que cayó el producto manufacturero, lo que corona un modelo económico que se aleja de la producción y el consumo interno para favorecer la especulación financiera y la apertura desmedida al ritmo del desguace del Estado, en una remake del menemismo.

El oficialismo busca aprobar las legislaciones de impacto fiscal, tributario y laboral, redefiniendo la disputa política hacia el cierre del año parlamentario.

El Presidente se encuentra rumbo al país europeo en el marco de una visita relámpago, debido a la ceremonia de la dirigente opositora venezolana y para mantener distintos encuentros bilaterales.







