Hasta el año que viene River y Boca no recibirán visitantes en el fútbol argentinos

La prueba piloto para el regreso del público visitante se pasó sin problemas. Tanto en Lanús, que recibió a Rosario Central, como en Córdoba, donde los hinchas de River coparon el Mario Alberto Kempes, se vivieron jornadas en paz. Pero ese puntapié más que aceptable no convenció a las autoridades de la Ciudad de Buenos Aires ni a los clubes que tienen jurisdicción en Capital: tras la extensa reunión entre la AFA y el Ministerio de Seguridad porteño, se dejó en claro que no habrá en este 2025 partidos con simpatizantes copando canchas ajenas.
El cónclave tuvo de un lado al presidente de la AFA, Claudio Chiqui Tapia, al abogado de la institución, Andrés Patón Urich, y al presidente de Excursionistas, Javier Méndez Cartier, y del otro al secretario de seguridad de CABA, Maximiliano Piñeiro, acompañado del subsecretario de seguridad en eventos masivos, Juan Manuel Castrilli. Allí se analizaron alternativas pero terminaron coincidiendo que por distintas razones no será posible aplicar la medida en esta jurisdicción. La principal objeción es de los equipos grandes: Boca y River tienen todo el estadio abonado y no piensan ceder tickets a otros hinchas en perjuicio de sus propios hinchas. ¿Qué pasa con el resto de los clubes? Se analizó si Huracán, por ejemplo, recibiría a Boca en esta fecha (el partido está programado para el domingo a las 18,30). Pero la respuesta fue negativa. Por un lado, el Tomás Antonio Ducó no tiene alambrado en la tribuna visitante y debería de urgencia salir a colocar uno, ya que no se piensa en jugar sin el tejido si asiste la hinchada rival. A eso se le sumaron dos temas clave: por un lado, que la dirigencia del Globito avisó que si bien su estadio no está completo, cuando juegan contra Boca y River ambas populares se completan. Y que podrían hacer el esfuerzo de darles tickets a sus rivales siempre y cuando haya reciprocidad en el próximo torneo. Y como eso no iba a suceder, la idea murió antes de nacer. Además, la barra de Huracán atraviesa una interna feroz y varios de la disidente concurren a la popular visitante. En caso de que ésta sea efectivamente para los visitantes, se correrían a la local con el riesgo de enfrentamiento con la facción oficial. Y nadie quiere que eso suceda.
En el caso de San Lorenzo pasa algo similar. Su estadio está con aforo de 70% y la única forma de recibir hinchas de otros equipos sería ubicar a quienes hoy van a la popular anteriormente visitante a la parte alta de la platea Sur, algo que no convence ni a los dirigentes y mucho menos a los hinchas. Como si fuera poco, también se planteó el tema del costo del operativo: Ciudad avisó que deberá subir cada uno de ellos no menos de un 50 por ciento en cantidad de efectivos y que serán los clubes locales los que deban absorber todo el costo. A esto se le adicionó otro problema que planteó buena parte de la dirigencia: de visitante los micros y las entradas para la barra salen de las arcas del club. Por lo que haciendo cuentas sólo les convenía realmente recibir a los más grandes y éstos no daban reciprocidad, por lo que no hubo acuerdo.