La Gendarmería responsabilizó a Pablo Grillo por estar "en la línea de tiro"

Luego de cerrar el expediente en tiempo récord, la Gendarmería Nacional realizó un informe sobre la represión del 12 de marzo en las afueras del Congreso y concluyó que el disparo contra el fotógrafo Pablo Grillo fue un "hecho fortuito" y lo atribuyó a que estaba posicionado "en la línea de tiro" entre los efectivos y los manifestantes.
La ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, se había pronunciado en la misma línea pocas horas después del incidente que puso en riesgo la vida de Grillo, que estuvo internado en el Hospital Ramos Mejía durante más de tres meses. El fotógrafo recibió el impacto de una posta de gas lacrimógeno en su cabeza y tuvo que ser intervenido quirúrgicamente.
El informe exime de responsabilidad al cabo Héctor Guerrero, autor del disparo, y explica que el cartucho rebotó dos veces en el asfalto antes de impactar en la cabeza del contra la cabeza del fotógrafo.
"Se puede apreciar claramente que una granada lanzada por uno de los granaderos lanzagases en calle (Hipólito) Yrigoyen impacta en la cabeza del fotógrafo, luego de dos rebotes previos en la cinta asfáltica, luego de haber abandonado el cañón del lanzador, lo que indica que la misma fue lanzada apuntando al suelo para que su desplazamiento sea el deseado, a los fines de morigerar un posible impacto contra partes vitales del cuerpo de las personas", señala el informe de Gendarmería.
A su vez, sostiene que el impacto en la cabeza de Grillo "se produce como un hecho fortuito" y señala que el fotógrafo "se encontraba agachado, a la altura de vuelo post-rebote de la granada y en la línea de tiro entre los gendarmes y los manifestantes".