Las importaciones representaron el 32% del Producto Bruto Interno (PBI) en el primer trimestre de 2025, el valor más alto de los últimos 135 años. Sucedió como consecuencia de un combo que incluyó un precio del dólar barato, una mayor apertura comercial y reactivación económica.

Según el Informe de avance del nivel de actividad publicado por el INDEC en el comienzo de esta semana, las compras al exterior pegaron un salto interanual del 42,8% entre enero y marzo, a la vez que crecieron 17,7% respecto del último trimestre del año pasado, descontando factores estacionales.

De este modo, en términos del PBI tocaron un máximo desde 1890, momento en el cual el peso de las importaciones llegó a marcar una cifra inédita del 50%. Daniel Schteingart, director de Planificación Productiva de Fundar, explicó que esta dinámica responde fundamentalmente a tres causas.

La estimación preliminar del INDEC para el PBI del primer trimestre mostró un incremento de 5,8% con relación al mismo período del año anterior. Asimismo, la serie desestacionalizada arrojó un aumento de 0,8%, inferior al 1,5% que había dado el Estimador Mensual de Actividad Económica (EMAE).

Además del incremento en el consumo privado, también se verificaron aumentos en la inversión. Aun así, en términos del PBI este componente se mantuvo casi en los mismos niveles del primer trimestre de 2023.

"La inversión se mantuvo pero cambio su composición, ya que cayó mucho la inversión publica. En la discusión de la productividad tenemos que meter la generada por la obra publica. De poco nos van a servir camiones Volvo si tenemos rutas intransitables", advirtió el analista Juan Nieve.

"Un dato relevante para entender todo es la dinámica en la inversión en maquinaria, que subió un 9% respecto del mismo período de 2023, pero gracias a la maquinaria importada (+27%), ya que la nacional se hundió 20%", agregó.