El mercado de pases en el fútbol argentino vive días de alto voltaje tras la resonante noticia de que un importante empresario acercó semanas atrás el nombre de Cristiano Ronaldo a Boca Juniors, con la idea de sumarlo al plantel para disputar el próximo Mundial de Clubes.

Según indicaron en TyC Sports, el ofrecimiento lo llevó adelante un importante empresario que fue el mismo que llevó al fútbol de Arabia Saudita a jugadores como Ramiro Funes Mori, Agustín Rossi y Víctor Ayala. La intención era que el goleador portugués reforzara al equipo de Miguel Ángel Russo, sumando el impacto deportivo y mediático que eso iba a generar de cara al evento que comenzará el próximo sábado con la ceremonia inaugural y el partido entre el Inter Miami de Lionel Messi y el Al-Ahly en Estados Unidos.

El periodista que sigue al Xeneize para el canal deportivo, Tato Aguilera, explicó que el plan nunca tuvo apoyo real dentro de la dirigencia xeneize que encabeza Juan Román Riquelme. La propuesta consistía en que el ex Manchester United, Real Madrid y Juventus defendiera la camiseta azul y oro solo durante el mes de competencia internacional, período en el que Boca enfrentará a Benfica, Bayern Munich y Auckland City en la fase de grupos.

Más allá de lo seductor del fichaje, la idea se analizó como inviable desde el punto de vista económico y logístico. El club descartó avanzar con la gestión para traer al delantero que se consagró campeón de la Nations League con la selección de Portugal tras igualar 2-2 en el tiempo regular y ganar en los penales. Hay que recordar que el Xeneize viajará a EEUU con otras figuras de talla mundial como lo son Edinson Cavani, Marcos Rojo y Ander Herrera.

Justamente, el capitán del equipo de Russo fue consultado por la posible llegada de CR7 al bajarse del micro que llevó al plantel xeneize al aeropuerto de Ezeiza. “Llamaste a Cristiano, Edi… ¿Vos lo llamaste a CR7?”, fue la consulta que se hizo viral en las redes sociales. Ante la consulta, el delantero uruguayo sólo esbozó una sonrisa y siguió camino para embarcar rumbo a la ciudad de Miami, sede del búnker de Boca durante la competencia.