La UBA entrega peces que mantienen al mosquito del dengue alejado de piscinas

SociedadHace 3 horas Por Prensa
Es una solución más natural ante su proliferación, ya que evita la utilización de insecticidas, que incluso no siempre son 100% efectivos.
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Un proyecto desarrollado por la Facultad de Agronomía de la UBA utiliza peces nativos conocidos como “Madrecitas del agua” que pueden eliminar por completo los huevos y larvas de los mosquitos Aedes aegypti, que se encuentran en reservorios de agua. Como parte del trabajo, se brinda un servicio a la comunidad que incluye asesoramiento y entrega de estos peces en forma totalmente gratuita a quienes lo soliciten.

Pasada la temporada estival, suelen quedar sin mantenimiento gran cantidad de reservorios de agua como por ejemplo las piscinas. Ese es el caldo de cultivo en el que se reproduce el Aedes Aegypti, mosquito que transmite enfermedades como el dengue, zika, chikungunya y fiebre amarilla.
 
Para intentar controlar su reproducción, desde la Facultad de Agronomía de la UBA comenzaron a utilizar, a partir de una novedosa investigación, peces nativos en reservorios de agua para que se alimenten de las larvas del Aedes Aegypti. Esto es una solución más natural ante su proliferación, ya que evita la utilización de insecticidas, que incluso no siempre son 100% efectivos. Y el hecho de que los peces, conocidos popularmente como “madrecitas de agua”, sean autóctonos tampoco es un dato menor, pues colaboran en la preservación del ecosistema.

“Se trata de un proyecto de extensión universitaria, en el que la Facultad transmite este conocimiento sobre cómo es la cría, la siembra y el manejo de peces para control biológico a otras instituciones de la sociedad. En este caso lo hacemos con un polo educativo, que es de donde provino la primera demanda, ya que tienen huertas con tanques de riego y demás reservorios de agua”, cuenta Alejandro “Koko” López, docente de la cátedra de Acuicultura de la FAUBA.

Pero la demanda también puede llegar de actores sociales no sólo públicos, sino también del sector privado y de particulares, como puede ser el caso de alguien que tiene fuentes, un tanque australiano o incluso una piscina recreativa abandonada, o que va a empezar a usarla recién el próximo diciembre.

En cuanto a la efectividad de las madrecitas de agua a la hora de terminar con las larvas, López es contundente. “Tenemos la certeza de que, en el reservorio de agua en el que colocamos estos peces, no sobrevive ninguna larva. Eso está confirmado”. Y agrega otros beneficios: “Además, requieren alimentación suplementaria, se alimentan de lo disponible en el lugar y su población se amplía sólo en caso que dispongan de mayores recursos alimenticios”.

Es decir que las madrecitas de agua, cuyo tamaño máximo es de entre 2,5 y 3 cm, aseguran, con su presencia, la ausencia total de larvas de manera sostenida, ya que, a no ser que el lugar se quede sin agua, los peces se reproducen en forma permanente.

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