En un giro significativo de su política comercial, el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, decidió suspender o reducir los aranceles a varios países, buscando suavizar las tensiones económicas globales en un contexto marcado por la incertidumbre. Sin embargo, la medida más destacada fue el aumento de los aranceles a China, que alcanzaron un 125%, en un claro refuerzo a la estrategia de "guerra comercial" que el mandatario ha mantenido desde su llegada a la Casa Blanca.

La respuesta de China

China acusó a los Estados Unidos ante la Organización Mundial del Comercio de violar las normas comerciales con sus nuevos aranceles luego de que Donald Trump retrucara con un 125% de aranceles a las importaciones de productos chinos. 

La guerra comercial comenzó cuando el presidente estadounidense anunció el 2 de abril la imposición de un arancel global del 10% a la mayoría de los países del mundo, sin embargo en el caso de China llegó primero a un 34% en total, y para la Unión Europea de un 20%. Sumado a esto, la diferencia horaria termina profundizando la crisis en los mercados ya que respectivamente los países deben esperar hasta 10 horas para comprender el impacto de las medidas arancelarias.