Un violento terremoto de 7,7 de magnitud desembarcó en Myanmar, a pocos kilómetros de ciudad de Mandalay, región centro del país. La fuerte sacudida llegó a Bangkok, la capital tailandesa, donde se produjo el derrumbe de un edificio, que, según las autoridades dejó un saldo de tres víctimas fatales y 50 heridos, en tanto que siguen buscando a los desaparecidos bajo los escombros.

El impactante derrumbe ocurrió en el barrio de Chatuchak, una zona turística de Bangkok, que se encuentra a pocos minutos en auto de la central de colectivos Mochit, en donde cientos de turistas llegan tanto del norte como del sur del país.

El caos inundó la ciudad en donde sirenas de ambulancia y otros servicios aturdían constantemente al peatón que caminara por la calle. Por motivos de seguridad ante una posible replica, el servicio del tren colgante -SkyTrain- fue interrumpido, dejando a cientos de usuarios obligados a optar por una alternativa como colectivos convencionales o taxis. Naturalmente, esto generó un gran tránsito en las calles en donde los trayectos duplicarían el tiempo. Los 35 grados de calor no dieron paz ni tregua a los citadinos que buscaban insaciablemente información de lo ocurrido en sus celulares.

En ese contexto, la primera ministra tailandesa, Paetongtarn Shinawatra, decretó el estado de emergencia en la capital y ordenó la evacuación temporal de edificios residenciales y oficinas. Las líneas de metro y tren ligero de Bangkok también fueron suspendidas como medida preventiva. El Departamento Meteorológico de Tailandia alertó sobre la posibilidad de réplicas y recomendó a la población evitar permanecer dentro de estructuras cerradas.