Murió el Turco Julián, represor y torturador del centro clandestino El Olimpo

Sociedad26 de marzo de 2025 Por Prensa
Estaba condenado a 25 años de prisión por secuestros, torturas y desaparición forzada de personas durante la última dictadura cívico-militar.
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El represor y torturador de la última dictadura cívico-militar Julio Simón, conocido como el "Turco Julián", murió este martes a los 84 años mientras cumplía condena por delitos de lesa humanidad en la Unidad N° 34 del Servicio Penitenciario Federal, ubicada en Campo de Mayo.

Simón fue integrante de la Policía Federal Argentina y durante el golpe militar fue uno de los más sanguinarios torturadores del Centro de Detención Clandestino "Olimpo", ubicado sobre la calle Ramón Falcón, entre Olivera y Lacarra.
 
En la sala de torturas, Simón recibía a los detenidos rodeado de cruces esvásticas y un brazalete nazi en el brazo. Ya en democracia fue uno de los primeros represores en ser enjuiciados, ya que en su causa se declaró la inconstitucionalidad de las leyes de punto final y obediencia debida.

En 2006, en el primer juicio en su contra, fue condenado a 25 años de prisión por el secuestro, tortura y desaparición forzada de José Poblete y Gertrudis Hlaczik, ocurrido en noviembre de 1978, y el secuestro de su hija Claudia, por entonces de ocho meses de vida.

En el juicio se mostraron fragmentos de una entrevista televisiva que había dado en 1995, cuando aún estaban vigentes las leyes que le otorgaron años de impunidad. “El criterio general era matar a todo el mundo”, manifestó el torturador en aquella oportunidad en referencia a lo que había pasado con las personas secuestradas. Además aseguró que volvería a hacer cada una de las cosas que hizo durante la dictadura.

En diciembre de 2010, recibió su primera condena a perpetua por "Homicidio calificado por su comisión con alevosía y con el concurso premeditado de dos o más personas, en concurso ideal con el de privación ilegítima de la libertad agravada por haber sido cometida por funcionario público con abuso de sus funciones o sin las formalidades prescriptas por la ley, por mediar violencia y amenazas, como así también por su duración de más de un mes, en concurso ideal con el de imposición de tormentos."

Desde hace años sus abogados venían reclamando la prisión domiciliaria, pero el 11 de marzo la Cámara Federal de Casación rechazó su pedido, entre otras cosas, porque no podía dar precisiones del domicilio en que se alojaría.

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