El cadáver de un recién nacido fue encontrado en la "cuna térmica" de una iglesia de Bari (sur de Italia), después de que no se activara la alarma de este dispositivo similar a una incubadora especialmente creado para ayudar a madres sin recursos.

Al parecer, la persona que dejó al bebé en la cuna equipada para mantenerlo con vida durante el tiempo necesario no cerró la puerta de la sala donde se encuentra el dispositivo, lo que impidió que sonara la alarma conectada al teléfono del párroco de la iglesia de San Juan Bautista, según los medios locales.

La cuna funcionó bien en otras dos oportunidades

"La única nota positiva es que la cuna funciona, es una señal concreta de que es utilizable incluso en el tercer milenio. La Historia nos está enseñando que, una vez más, aunque mal, la cuna es utilizable. Es el signo de los que esperan algo, aunque en este caso el bebé haya muerto", dijo el párroco.

En otras dos oportunidades de bebés abandonados, la cuna funcionó y ambos fueron salvados. En este caso, el teléfono del párroco no sonó, ya que la puerta permaneció abierta. "Pero hemos hecho todas las comprobaciones técnicas, no había fallos ni nada por el estilo, y todo está bien. La noticia nos ha conmocionado y entristecido".