En enero se activará la “Dieta 13″ y los legisladores cobrarán medio aguinaldo
En medio de las idas y vueltas entre senadores y la vicepresidenta y titular de la Cámara alta, Victoria Villarruel, por el eventual descongelamiento de los haberes de los legisladores a partir de 2025, durante el corriente mes se activó la famosa dieta 13, votada en abril pasado en el recinto, y los integrantes del Cuerpo recibirán medio aguinaldo en enero próximo. Se trata de, aproximadamente, 2,5 millones de pesos en bruto.
Tras la polémica generada ante el penúltimo aumento otorgado a empleados legislativos -que estaba atado al de los senadores- del 6,6% para julio y agosto, el pleno de la Cámara alta anuló la suba en cuestión y congeló sus dietas hasta el 31 de diciembre, en una votación unánime, con 65 adhesiones.
El mes pasado, en un movimiento que ayudó a descomprimir la presión y bajar las fuertes críticas de empleados cumplidores -suelen ser los más perjudicados- contra los gremios legislativos -APL, de Norberto Di Próspero, el sindicato más importante-, el Congreso cerró una paritaria casi idéntica a la del Ejecutivo con estatales: una suba de 6,13% -acumulado-, de septiembre a diciembre. No corrió para los senadores, que tenían vigente el congelamiento hasta fin de año.
Detrás de todo esto se esconde una discusión que se repite de manera constante a través de los años y, por momentos, parece jugarle en contra los senadores. Sin contemplar, claro está, los escándalos con patrimonios inexplicables y jugosas inversiones.
Por un lado, es cierto que las dietas perdieron volumen o capacidad, según la época. No es algo de este Gobierno. Criticar eso, por más comparaciones que se hagan -inevitables-, es no comprender un gravísimo problema que acumula millas sin parar y será casi imposible frenarlo si en algún momento no se entra en razón: el financiamiento de la política.
Aún más injusto e innegable es la calidad de los legisladores con el correr de las renovaciones. De hecho, en el Senado hay asesores, directivos y varias personas de la “Casa” que entienden y conocen mejor el juego -ni hablar del reglamento- que los propios integrantes de la Cámara alta. Diputados siempre fue un fiel alumno de esta degradación y, ahora, ambos pelean por la corona.