La guerra comercial de Trump: quién cede primero
En noviembre de 2024, el presidente electo de Estados Unidos, Donald Trump, anunció su intención de imponer aranceles del 25% a todas las importaciones provenientes de México y Canadá, y un arancel adicional del 10% a los productos chinos. Estas medidas buscan que dichos países tomen acciones más contundentes contra el tráfico de drogas, especialmente fentanilo, y controlen la migración irregular hacia Estados Unidos.
Trump implementará estos aranceles mediante órdenes ejecutivas al asumir el cargo el 20 de enero de 2025, utilizando poderes otorgados por leyes como la International Emergency Economic Powers Act (IEEPA), que permite al presidente declarar emergencias nacionales y tomar medidas económicas sin necesidad de aprobación del Congreso.
Desde mediados del siglo XX, las grandes potencias emplearon aranceles punitivos para presionar sobre otras naciones y lograr objetivos políticos o económicos específicos. Estos aranceles se diferencian de los destinados a la recaudación fiscal o la protección de industrias nacionales, ya que buscan modificar comportamientos o políticas en los países afectados.
Casos exitosos:
-Japón en la década de 1980: Estados Unidos restringió las importaciones de automóviles japoneses, lo que llevó a Japón a aceptar cuotas voluntarias de exportación y a invertir en plantas de producción en territorio estadounidense.
-Guerra Fría: Estados Unidos utilizó aranceles y restricciones comerciales para limitar el acceso de la Unión Soviética a tecnologías avanzadas y bienes estratégicos, debilitando su capacidad económica y militar.
Casos de fracaso:
-Guerra comercial con China (2018-2019): la administración Trump impuso aranceles a productos chinos para corregir desequilibrios comerciales y frenar prácticas desleales. Sin embargo, China respondió con medidas similares, afectando a agricultores y consumidores estadounidenses sin lograr cambios significativos en las políticas chinas.
-Embargo a Cuba: Las sanciones comerciales impuestas desde la década de 1960 no lograron su objetivo de provocar un cambio de régimen en la isla, y el gobierno cubano se mantuvo en el poder.
Efectividad de los aranceles punitivos
La eficacia de los aranceles como herramienta de presión depende de diversos factores, como la interdependencia económica, la capacidad de respuesta del país afectado y el apoyo internacional. En el caso de las amenazas actuales de Trump, imponer aranceles del 25% a México y Canadá podría generar tensiones significativas, ya que ambos países son socios comerciales clave de Estados Unidos y miembros del Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC).
En cuanto a China, un arancel adicional del 10% se sumaría a las tarifas existentes, lo que aumentará las tensiones comerciales y provocará represalias que afectarán las cadenas de suministro globales.
¿Qué nivel de aranceles sería necesario para que los países afectados cedan?
Determinar el porcentaje exacto de aranceles que obliga a un país a ceder es complejo y depende de múltiples variables, incluyendo la resiliencia económica del país afectado, la disponibilidad de mercados alternativos y la presión política interna. Sin embargo, aranceles superiores al 25% podrían ejercer una presión significativa, especialmente si se aplican a sectores clave de la economía del país objetivo. No obstante, aranceles tan elevados también perjudican a los consumidores y empresas del país que los impone, generando inflación y represalias.
Impacto potencial en Argentina
Aunque Argentina no es el objetivo directo de estas medidas, podría verse afectada indirectamente. La imposición de aranceles a México, Canadá y China alterará las dinámicas comerciales globales, afectando los precios y la demanda de productos que Argentina exporta, como commodities agrícolas y minerales. Además, si estas tensiones comerciales derivan en una desaceleración económica global, la demanda de exportaciones argentinas podría disminuir, impactando negativamente en su economía.
Por otro lado, Argentina podría encontrar oportunidades para posicionarse como proveedor alternativo en mercados donde México, Canadá o China enfrenten restricciones, especialmente en sectores como el agrícola. Sin embargo, aprovechar estas oportunidades requeriría una estrategia comercial ágil y la capacidad de satisfacer las demandas de calidad y volumen de los nuevos mercados.
En resumen, las políticas arancelarias de Estados Unidos bajo la administración de Trump podrían tener implicaciones significativas para Argentina, tanto en términos de desafíos como de oportunidades en el comercio internacional.
Las cosas como son.
*Mookie Tenembaum aborda temas internacionales como este todas las semanas junto a Horacio Cabak en su podcast El Observador Internacional, disponible en Spotify, Apple, YouTube y todas las plataformas.