Un hombre de 33 años fue condenado por los delitos de amenazas con armas y robo, en concurso real. Fue denunciado por su madre, quien solicitó medidas de seguridad frente a las actitudes violentas del acusado.

La jueza María Gabriela González, vocal de la Sala III del Tribunal de Juicio, le impuso al condenado una pena de un año y seis meses de prisión condicional. Para conservar esa modalidad deberá cumplir una serie de reglas de conducta durante dos años.

Por su adicción a sustancias estupefacientes, se le ordenó iniciar tratamiento y presentar las constancias correspondientes. Además se le prohibió acercarse a menos de trescientos metros de la denunciante y ejercer actos de violencia en su contra.

La jueza ordenó que se lo coloque pulsera electrónica al condenado para garantizar la prohibición de acercamiento a la víctima, a quien se le proveerá un botón antipánico.

Dispuso que, hasta tanto se concreten estas medidas, se implante consigna policial fija en el domicilio de la damnificada. Indicó que el acompañamiento sea personalizado hasta tanto se le coloque la pulsera electrónica al condenado.