La lluvia de ayer dejó a los puesteros del mercado San Miguel entre la espada y la pared mientras se encontraban trabajando. El mal tiempo provocó que muchos tuvieran que levantar sus puestos.

Sin embargo, otros decidieron quedarse un par de horas más pero las ráfagas de viento y la abundante lluvia no acompañó a los que apostaron un poco más de tiempo para lograr continuar con las ventas.

Quienes trabajan en el lugar manifestaron su frustración por este incidente que se suma al reciente incendio que se registró en el lugar y a su vez, afirmaron que no es la primera vez que se ven afectados por este fenómeno climático.

Los puesteros hicieron hincapié en que estos incidentes son producto de la falta de mantenimiento y fallas en la infraestructura del Mercado San Miguel, dado que el mismo no se encuentra en óptimas condiciones.

La situación en el lugar se torna cada vez más insostenible, dado que la pérdida de mercadería sufrida durante la inundación de este lunes afecta notoriamente la economía de quienes día a día trabajan allí.