Luego de tres meses de investigación, el fiscal Ramiro González concentró una importante cantidad de prueba con la que le requirió al juez Julian Ercolni citar al expresidente Alberto Fernández a que responda por la supuesta comisión de los delitos dentro de la causa por violencia de género que le inició su expareja, Fabiola Yañez.

El elemento impulsor de la causa fueron los chats entre al ex primera dama y la exsecretaria presidencial Maria Cantero, analizados en el marco del expediente "Nación Seguros", donde le mostró fotos de las lesiones. A finales de junio, tras ser consultada por el juez Ercolini, Fabiola se negó a instar la acción penal pero luego de varias semanas solicitó una audiencia para llevar adelante la denuncia.

En ese momento, Fabiola Yañez sostuvo que "no se encontraba en condiciones aptas para tomar una decisio´n en relacio´n con ello y a que le fue solicitado que no lo hiciera". En ese sentido señaló que "a rai´z de las circunstancias actuales y de la difusio´n pu´blica de estos sucesos, considero´ que correspondi´a revertir su decisio´n inicial". La expareja de Alberto Fernández agrego´ que también sufrió de terrorismo psicológico.

Lo anterior se desprende del testimonio de Fabiola. A raíz de ello, el juez Julián Ercolini dispuso la prohibición de salida del país del exmandatario, así como también acercarse a ella a menos de 500 metros y establecer cualquier tipo de comunicación telefónica o digital. Posteriormente, Alberto Fernández fue allanado y su teléfono secuestrado. Por tratarse de una denuncia dentro de otro expediente, se dispuso del sorteo de la causa que recayó en el juzgado 11 a cargo del propio Ercolini, quien le delegó la investigación al fiscal Ramiro González. 

Entrada la segunda semana de agosto y con nuevos abogados, Fabiola Yañez amplió la acusación contra el expresidente, donde manifestó de manera pormenorizada cómo había sido su relación con Alberto Fernández a lo largo de 14 años. Allí enfatizó en que previo a la convivencia "su hostigamiento y acoso psicolo´gico era constante".

A partir del testimonio de la ex primera dama, el fiscal lo imputó por 9 hechos que "relato que revela un contexto de violencia de ge´nero asentado sobre una relacio´n asime´trica y desigual de poder que se ha desarrollado a lo largo del tiempo". 

Los testigos
Tras imputar a Fernández, el fiscal convocó a declarar a Miriam Verdugo, madre de Fabiola Yañez; a su antigua amiga Sofia Pacchi; a Daniel Rodriguez, exintendente de la Quinta Presidencial de Olivos; la exsecretaria presidencial, María Cantero; a la periodista Alicia Barrios; y al titular de la Unidad Médica Presidencial, Federico Saavedra.

A ellos se sumaron Federico Alem, también de la Unidad Médica Presidencial, quien junto a Saavedra le habían recetado los globulitos de árnica y el cervep para una pequeña equimosis en un párpado. Luego siguió la esteticista Florencia Aguirre, quien dijo haber visto varios hematomas en el cuerpo de Fabiola Yañez y la hermana de esta última, Tamara Yañez.

Posteriormente vinieron los testimonios de las testigos de la defensa de Alberto Fernández con el ama de llaves de la Quinta de Olivos, Cintia Tonietti, a la cabeza. Ella y otras 4 personas se presentaron ante un escribano para certificar sus testimonios. No obstante, y a instancia de la querella de Fabiola Yañez su testimonio ante el fiscal se anuló junto al de otras 3 por violar el acuerdo de confidencialidad con el Ejecutivo. 

Seguidamente, declaró el escribano Lisandro Barga quien firmó las actas notariales de las declaraciones de los testigos propuestos por la defensa. La docena de testigos la complementa Noelia del Valle Gómez, niñera de Francisquito.

La salud de la ex primera dama, los llamados de Alberto y el teléfono de Fabiola
Otra de las pruebas analizadas por el fiscal para el pedido fueron diversos informes clínicos sobre Fabiola Yañez en el Centro Fertilis, el sanatorio Otamendi (donde nació el hijo de ambos), Centro Adventista Vida Sana y el Hospital Universitario de Madrid, el Instituto de Neurología Cognitiva.

Asimismo, y a través de la Dirección General de Investigaciones y Apoyo Tecnológico a la Investigación Penal, se computaron cerca de 2.000 llamados entre ambos. Por otra parte, señaló Ramírez en su dictamen, el fallido intento de copia forense del celular de Fabiola a través del Ministerio Público Español, del cual, la antigua primera dama consignó un registro notariado de los chats con Alberto que se incorporó al expediente.

El informe psicológico
Especialistas psicólogas de la Dirección General de Acompañamiento, Orientación y Protección a las Víctimas sostuvieron varios encuentros con Fabiola Yañez. En su informe final advirtieron que en la ex primera dama se notaba "presencia de un fondo emocional depresivo y la predominancia de sentimientos de humillación, vergüenza, sentimientos de soledad, miedo y desconfianza. Este estadio está acompañado de tristeza, dificultad para concentrarse, dificultad para comenzar y sostener actividades placenteras. Junto a esta sintomatología emocional, la damnificada refiere presentar otros síntomas orgánicos como dolor de cabeza, fatiga y alteraciones en el sueño".

Para las profesionales, el vínculo de pareja tuvo un ida y vuelta "donde prevalecerían características violentas y conflictivas, con hechos de violencia psicológica de carácter sistemático, algunos estallidos de violencia de tipo física y, a partir de la separación, algunas acciones compatibles con violencia económica". 

El análisis de la Dovic, realizado en septiembre de este año, fue contundente al sostener que Fabiola Yañez fue víctima de "acoso, hostigamiento, manipulación, aislamiento, descrédito, insulto, indiferencia, celos, ridiculización".

Finalmente el fiscal determinó que Fabiola fue agredida en dos oportunidades: una lesión física durante los meses anteriores al 12 de agosto de 2021, provocó un moretón su brazo producto de un agarrón o zamarreo de Alberto Fernández dentro del chalet presidencial de la Quinta de Olivos entre la noche del 21 de junio y la madrugada del 22 de junio de 2021.

Asimismo agregó que "mientras Fabiola Yañez residía en Madrid condicionada económicamente por su agresor, en medio de anuncios de suicidio, recuerdos de las necesidades de su hijo Francisco, pedidos de ocultar las agresiones físicas para que no fueran noticia y consejos de hablar lo menos posible bajo promesa de que nada iba a faltarle a la familia, la víctima fue coaccionada para que no denunciara el hecho frente al juez de la causa y, de ese modo, se afectó el trámite de un expediente federal producto de las amenazas del expresidente".

En conclusión, para Ramírez, Fabiola Yañez fue "producto de, cuanto menos, ocho años de agresiones psicológicas y físicas sistemáticas". Ahora el dictamen de requerimiento será analizado por el juez Ercolini, quien determinará si ese cuadro probatorio es concluyente para que convoque a Alberto Fernández a declarar en calidad de imputado.