Liam Payne, quien falleció el pasado 16 de octubre en Buenos Aires tras caer desde un balcón de un hotel, dejó una herencia millonaria. El artista británico, de 31 años, acumuló una impresionante fortuna estimada en 70 millones de dólares gracias a su exitosa carrera musical, y gran parte de ella será destinada a su hijo Bear Gray Payne, de siete años.

Payne, conocido por su meteórica carrera con One Direction, amasó su fortuna no solo a través de la música, sino también de inversiones en la moda y el arte digital.

Durante su vida, manifestó su deseo de que todo lo que había logrado pasara a manos de su único hijo, fruto de su relación con la cantante Cheryl Cole, quien tiene 7 años de edad. "Mi vida ahora es de él, y mi dinero también", declaró en una entrevista reciente.

El músico, además, creó varias empresas que Bear podrá administrar al alcanzar la mayoría de edad, permitiéndole decidir si desea continuar con el legado familiar o venderlo. La herencia incluye propiedades de lujo, como una mansión en Surrey (Inglaterra) y otra en Malibú (Estados Unidos), además de inversiones en moda y en el arte digital, como su colección de NFTs.

La mansión de Malibú, en California, cuenta con un área de 900 metros cuadrados, un valor estimado en US$10 millones y entre sus detalles aseguran que cuenta con cascadas, estanques con peces koi, una casa de meditación y un estudio de grabación; una casa de huéspedes, piscina y jardines.

La segunda propiedad está ubicada en Surrey, Inglaterra y tiene un valor de US$8,5 millones. Cuenta con cinco habitaciones, siete baños, cancha de fútbol, cancha de tenis y sala de cine.

Liam Payne formó parte de la popular banda One Direction, junto a Harry Styles, Zayn Malik, Louis Tomlinson y Niall Horan, lo que le permitió acumular gran parte de la mencionada fortuna. Asimismo, durante su carrera como solista continuó generando ingresos significativos.

Su imagen le permitió ser embajador de Hugo Boss durante las colecciones de 2019 y 2020, además de ser la cara de una de sus fragancias.

Aunque aún no se ha confirmado quién gestionará los bienes de Payne hasta que Bear crezca, se especula que su madre podría ser la encargada temporalmente.