Una beba fue asesinada en los brazos de su madre mientras esperaban en una panadería: empezó el juicio

Lola Jazmín Montero fue baleada el 22 de octubre de 2021 por tres hombres que dispararon a quemarropa. El blanco era un joven con el que mantenían una disputa previa, pero la bala impactó en la cabeza de la nena. “Nos arruinaron la vida”, dijo a TN su papá.
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“Quiero mirarlos a la cara y preguntarles si tienen idea de cómo arruinaron mi vida y la de mi familia”. Con esa dura frase, José Montero resumió sus sensaciones de cara al juicio que comenzó este jueves por la muerte de su hija. En los Tribunales de Avellaneda son juzgados por homicidio los tres jóvenes que hace tres años se enfrentaron a tiros y mataron a Lola Jazmín Montero.


El dramático caso ocurrió el 22 de octubre de 2021, cuando Carolina Orellana (41) decidió salir de su casa con su beba en brazos para ir a la panadería. Un par de pasos la separaban del comercio ubicado en uno de los pasillos del complejo habitacional Nicolás Avellaneda, del barrio de Dock Sud, por lo que rápidamente llegó y se puso en la fila para comprar.

En cuestión de segundos Iván Amarilla (25) y Hernán García (28) entraron armados al pasillo donde estaban ubicados los negocios y comenzaron a disparar. El objetivo era Mariano Dacosta (28), un joven que días antes había amenazado a la madre de Amarilla.

Dacosta estaba en una verdulería ubicada justo frente a la panadería donde Carolina esperaba por comprar. Pero uno de los dos disparos que tiró rebotó en una pared e impactó en el costado derecho de la cabeza de la beba.

Los propios vecinos le advirtieron a Orellana que su hija estaba sangrando producto del balazo y, en consecuencia, corrieron a avisarle a José Montero (46), el padre de la nena, que se había quedado durmiendo en la casa.

“Fue un momento desesperante. Me vinieron a avisar y estaba trabada la cerradura de la puerta, no sé ni cómo la llegaron a abrir. Cuando salí me encontré a mi señora desesperada, con la nena en brazos”, recordó José en diálogo con TN.

La acción fue instantánea: Montero alzó a su hija y se metió en el auto de un vecino que lo dejó a pocas cuadras de un destacamento policial. “Nos llevó la policía hasta el hospital, una iba haciéndole RCP”, relató.

La beba llegó a ingresar con vida al Hospital Fiorito, pero unas horas después falleció a causa de la grave herida que le había causado la bala. “Yo le rogaba a Dios para que no se fuera. Es imposible de explicar lo que vivimos aquel día”, contó.

Esa misma noche tuvo la visita de Mariano Dacosta, el hombre que era el objetivo de los agresores, que le hizo un tibio pedido de disculpas. “Como bardearon estos giles”, fue la frase que esbozó.

“Le metí un arrebato, él estaba empastado y yo estaba muy enojado. Era para él esa bala, si no hubiese corrido, mi nena estaría viva”, dijo Montero sobre aquel encuentro, unas horas después del crimen de su hija.

El padre de la víctima contó que conocía a Dacosta y a toda su familia: “Lo intenté ayudar un montón de veces, lo conozco de chiquito al igual que a su familia. Le decía que no tratara mal a la madre y que se pusiera las pilas. Estuvo preso y salió”.

“Yo trataba de llevarlo para un buen lado. Qué ironía que yo estaba intentando provocarle cosas buenas y a mí me provocó lo peor que me pudo pasar en la vida”, reflexionó.

El cara a cara en el juicio
“Estoy muy nervioso, muy ansioso. Solo quiero justicia”, dijo José Montero a horas de verse cara a cara con los hombres que le quitaron la vida a su beba de solo cinco meses. Los acusados son tres y están imputados por el delito de “homicidio agravado por el uso de arma de fuego”.

José contó que durante estos tres años no se imaginaba “cómo afrontar el juicio”, pero que ahora se siente preparado. “No sé cómo voy a mirar a esos muchachos a la cara, pero aseguro que lo voy a hacer”, sostuvo.

Incluso, tiene pensado dirigirles unas palabras: “Me gustaría tomarme un respiro y decirles algo, sin agresión ni nada por el estilo. Les preguntaría si tienen idea de cómo arruinaron la vida de mi hija y la de toda mi familia”.

Con respecto a la situación de Dacosta, que podría llegar a ser sobreseído por falta de pruebas, señaló: “Es tan culpable como los otros. Sería justo que vaya preso, no tendría que estar libre en la calle. Me genera mucha indignación y bronca”.

Muchas cosas pasaron en la familia durante los últimos tres años. Así lo describió él: “Fue terrible, el dolor trae más dolor y nosotros tuvimos muchas diferencias, muchos problemas, pero estamos juntos y nos amamos. Todo ese dolor dejó un montón de secuelas, pero estamos juntos y de pie”

“Mi mujer está muy mal, no sé como va a estar mañana. Ojalá que Dios me dé las fuerzas para apoyarla. Estamos tratando de que venga gente para meter presión y que sea una condena justa”, cerró.

El Tribunal Oral en lo Criminal (TOC) N°1 de Avellaneda-Lanús es el que lleva adelante el juicio. La investigación del caso fue realizada por la (UFI) N°3 de Avellaneda, a cargo del fiscal Elbio Laborde.

 
 

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