Instagram limitará quién puede contactar a los adolescentes y qué tipo de contenido pueden ver. Además, los adolescentes necesitarán la aprobación de sus padres para cambiar cualquiera de estas configuraciones, lo que significa que las cuentas se volverán privadas por defecto, solo podrán recibir mensajes de las personas que ya siguen y no podrán ver contenido sensible.

Se activarán restricciones de contenido para evitar que los menores de 18 años vean material inadecuado como peleas o procedimientos cosméticos.

Asimismo, la configuración de mensajería será más restrictiva: solo podrán recibir mensajes de personas a las que ya siguen o con las que están conectados de alguna forma.

Los adolescentes contarán con una versión más estricta de la funcionalidad contra el ‘bullying’, que incluye el uso de “Palabras Restringidas”. Esta herramienta bloquea automáticamente términos y frases ofensivas, filtrando tanto los comentarios en publicaciones como las solicitudes de mensajes directos.

En cuanto a la exposición al contenido sensible, los adolescentes estarán protegidos por la configuración más restrictiva, limitando su exposición a contenido potencialmente perjudicial en las secciones de Reels y Explorar.