La Finalissima ente Argentina y España, los ganadores de los campeonatos continentales en América y Europa, todavía no tiene fecha, y mientras se definía la sede, uno de los escenarios que tomó fuerza fue el Camp Nou, estadio del Barcelona, una decisión que generaría polémica debido a que este duelo debería jugarse en terreno neutral.

Este mano a mano revive la histórica Copa Artemio Franchi, que se convirtió en un símbolo de la colaboración entre el fútbol sudamericano y europeo, enfrentando los campeones. En 2022, la Selección argentina levantó este título tras vencer a Italia en Wembley, y ahora todo indica que el renovado estadio culé podría ser el escenario perfecto para la próxima edición.

El Barcelona, en su afán por seguir siendo un referente mundial, propuso su estadio para este encuentro, esperando que Lionel Messi vuelva a pisar ese estadio luego de su saluda años atrás, esta vez con la camiseta de la Albiceleste. Además, la presencia del joven talento culé, Lamine Yamal, sumaría al espectáculo del trofeo, ya que, para el club catalán, tener a los dos jugadores junto a sus aficionados y en su cancha sería un gran acontecimiento para el club, teniendo al pasado y el presente del mismo.

Con la posibilidad de que el partido se juegue en marzo de 2026, en una ventana FIFA en la que España podría estar clasificada al Mundial que se disputará en Estados Unidos, México y Canadá, la cancha culé podría convertirse en el centro del espectáculo, tan solamente quedando en manos de UEFA y Conmebol de tomar la decisión final.

Si esto sucede, sería la tercera vez que esta final se juegue en terreno de uno de los campeones. En 1985, Francia venció a Uruguay (2-0) en su país y otra es la Copa Artemio Franchi que se jugó en Mar del Plata, entre Argentina y Dinamarca, con triunfo albiceleste en la definición por penales, tras igualar 1 a 1 en tiempo regular.