La confirmación del veto presidencial a la ley de movilidad jubilatoria desató una serie de incidentes en las inmediaciones del Congreso Nacional. La medida, que fue ratificada por la Cámara de Diputados, provocó una fuerte reacción por parte de jubilados y sindicatos que se manifestaron enérgicamente frente al edificio legislativo.

Los enfrentamientos comenzaron cuando los manifestantes, en su mayoría jubilados y miembros de sindicatos, se enfrentaron a las fuerzas de seguridad. La Policía Federal y la Gendarmería utilizaron gases lacrimógenos, camiones hidrantes y desplegaron armas en alto para contener a los protestantes. Los manifestantes, quienes se encontraban en las cercanías del Congreso, reaccionaron con cánticos e insultos hacia los agentes de seguridad.

Entre los cánticos que resonaron en el área se escucharon frases como “Vende Patria” y “El que no salta es un botón”, dirigidas a los oficiales encargados de custodia del Parlamento. La tensión aumentó a medida que los enfrentamientos se intensificaron, reflejando la profunda frustración de los jubilados con la decisión del gobierno.

El ambiente en la zona permanece tenso, con numerosos protestantes aún presentes a pesar de los esfuerzos de las fuerzas de seguridad por dispersar la multitud. 

Los eventos de hoy subrayan la creciente disconformidad social respecto a las reformas propuestas y a las decisiones políticas que afectan directamente a los sectores más vulnerables de la sociedad. La situación en Buenos Aires es una manifestación palpable del conflicto entre el gobierno y los grupos de jubilados, y podría tener repercusiones en el clima político del país.