OTRO EXRUGBIER DECIDIÓ HABLAR: "YO SÉ QUE NO MATÉ A FERNANDO"

Tras la primera entrevista pública del exrugbier Máximo Thomsen, condenado a perpetua por el crimen de Fernando Báez Sosa, otro de los culpables por el asesinato rompió el silencio a través de una carta escrita desde la cárcel. Se trata de Matías Benicelli, uno de los sentenciados a prisión perpetua, quien salió a contestar: “Nunca fui parte parte de un pelotón de fusilamiento que, a patadas, segó la vida de Fernando. Estuve en el lugar y momento equivocado”, sostuvo.
Benicelli, uno de los cinco exrugbiers considerados coautores del crimen junto a Máximo Thomsen, Ciro Pertossi, Enzo Comelli y Luciano Pertossi, decidió hacer pública sus declaraciones y cruzó a sus amigos: "No fui uno de los que salían a buscar peleas por Zárate con otros grupos para jactarme de esas supuestas hazañas". Y fue tajante a la hora de calificar su responsabilidad: “Yo no maté a Fernando”, expresó.
En la carta, que fue divulgada a la prensa este martes por su abogado Carlos Attias, Benicelli pidió perdón "de todo corazón en nombre de todos los que causaron su trágica desaparición” . Además, habló de su familia: “tengo una hermana mayor que es preciosa y un hermano menor de 17 años a quienes quiero y extraño cada día, una mamá amorosa y un padre que es mi ejemplo de trabajo, de esfuerzo y de dignidad de vida. Con ellos aprendí el valor de la familia, a creer en Dios y a sostener valores que hoy, más que nunca, me sostienen en la prisión en la que estoy”, se lee al comienzo del texto.
Además, en una expresión que llamó la atención, pidió que Fernando "sea recordado como un mártir" y que "la violencia sea erradicada".
La carta completa de Matías Benicelli
"Querido Diego. Te agradezco la posibilidad de decir lo que no puedo, porque no tengo medios más que lo que escribo, para que sepas que siento más la muerte de Fernando que mi propia existencia.
Y no hay palabras para decir el dolor que me causa su ausencia. Sin el consuelo de su presencia en este mundo, solo me queda la esperanza de que esté junto a Dios iluminándonos el camino.
Tengo una hermana mayor que es preciosa y un hermano menor de 17 años a quienes quiero y extraño cada día, una mamá amorosa y un padre que es mi ejemplo de trabajo, de esfuerzo y de dignidad de vida. Con ellos aprendí el valor de la familia, a creer en Dios y a sostener valores que hoy, más que nunca, me sostienen en la prisión en la que estoy.
Nunca fui parte de un pelotón de fusilamiento que a patadas sesgó la vida de Fernando. Ni fui uno de los que salían a buscar peleas por Zárate con otros grupos para jactarme de esas supuestas hazañas. Estuve en el lugar y momento equivocado. Porque fui de vacaciones a Villa Gesell con un grupo de 9 personas. Y las causas que no justifico y los actos de algunos que nunca terminé de entender, terminaron absurdamente con una vida de un adolescente de 20 años. La misma edad que yo tenía.
Por eso entiendo a los jueces que me condenaron y sobre todo comprendo y justifico a los padres de Fernando. Porque ellos creen que todos los que estuvimos aquella noche fuimos sus asesinos".