Para hacer frente a la situación actual del dengue, es crucial adoptar medidas preventivas y de eliminación de criaderos, enfocándonos en la fase acuática del ciclo de vida del mosquito. La colaboración entre instituciones, la concientización pública y el seguimiento de las recomendaciones de salud son fundamentales para contener esta enfermedad.

En medio del actual ascenso de casos de dengue, la provincia enfrenta una etapa crítica que requiere acciones preventivas contundentes para evitar la saturación de los servicios de salud y proteger a la población.

El director de la Coordinación de Epidemiología del Ministerio de Salud Pública, Francisco García Campos, enfatizó en que se estima que en las próximas dos o tres semanas “alcanzaremos el pico máximo de casos, previsto para mediados de abril. Ante esta situación, es imperativo dirigir nuestros esfuerzos hacia la fase acuática del ciclo de vida del mosquito transmisor. La premisa fundamental que debemos interiorizar es la palabra "larva".

El especialista indicó que para combatir eficazmente el mosquito del dengue, es crucial atacar su fase acuática, “centrándonos en la eliminación de larvas. Es en este estadio donde el mosquito se alimenta y donde se encuentran los posibles criaderos, como recipientes con agua estancada”. 

Los pozos ciegos representan uno de los principales reservorios para la proliferación del Aedes aegypti. A menudo, se subestima su potencial como criadero debido a su inaccesibilidad visual desde el exterior. Por lo tanto, “es fundamental asegurarnos de que estos pozos estén correctamente sellados, sin fisuras, con tapones adecuados y mallas mosquiteras en los puntos de ventilación”, explicó García Campos

En el caso de que un pozo ciego no esté en condiciones óptimas, se recomienda el uso de BTI (Bacillus thuringiensis israelensis), un bioinsecticida que está siendo distribuido de forma gratuita a través de los equipos de atención primaria y los municipios, luego de una capacitación adecuada en su aplicación.

Se recuerda que en el Laboratorio de Investigación y Producción de Biocontroladores del Ministerio de Salud Pública se produce el insecticida larvicida biológico llamado BTI. Se trata de un compuesto proteico sintetizado de la bacteria Bacillus Thuringiensis, de serotipo Israelensis.
El BTI elimina las larvas de insectos de los géneros Aedes aegypti, Anopheles, Culex y Simulium, los cuales incluyen a los mosquitos vectores del dengue, zika, chikungunya, fiebre amarilla, malaria e incluso a la “mosca negra” (jejenes).

Este larvicida es inocuo para la salud humana, es altamente selectivo, no afecta a otros insectos, ni a la flora y fauna. Es biodegradable, de rápida acción y no genera resistencia.

Sobre la fumigación

García Campos destacó que la fumigación no es una solución efectiva en la lucha contra el dengue. Además de no ser indicada, puede ocasionar problemas graves para la salud humana, animal, vegetal y el medio ambiente.

Los últimos estudios que realizaron investigadores del CONICET, la propia Universidad Nacional de Salta en poblaciones de aedes aegypti de Orán, Tartagal y Salvador Mazza han mostrado que presentan una resistencia entre un 90 y 95% hacia piretroides, por lo tanto el mal uso, el uso indiscriminado y descontrolado durante todo este tiempo, hicieron que le aedes aegypti presente altísima resistencia. “Por lo tanto debemos ser cautos en las posibles fumigaciones que se realicen, desde salud no lo recomendamos, lo que nosotros recomendamos es que se intensifique el manejo integrado del mosquito principalmente  atacando a la fase acuática”, concluyó el funcionario. 

En resumen, para hacer frente a la situación actual del dengue, es crucial adoptar medidas preventivas y de eliminación de criaderos, enfocándonos en la fase acuática del ciclo de vida del mosquito. La colaboración entre instituciones, la concientización pública y el seguimiento de las recomendaciones de salud son fundamentales para contener esta enfermedad.

Fuente: Secretaria de Prensa y Comunicación