LE FRACTURÓ LOS DEDOS A SU COMPAÑERA Y LA ESCUELA DIJO QUE NO SE HARÁ CARGO

Ahora 31 de marzo de 2023 Por prensa
Crecen los casos de bullying en las escuelas en Salta y esta vez toca compartir un indignante hecho que se desarrollo en la escuela pública de Orán, en donde una menor fue agredida por un compañero y la solución de la institución fue un posible cambio de curso.
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Crecen los casos de bullying en las escuelas en Salta y esta vez toca compartir un indignante hecho que se desarrollo en la escuela pública de Orán, en donde una menor fue agredida por un compañero y la solución de la institución fue un posible cambio de curso.

La madre de la menor, Belén Sarmiento, dialogó con El Tribuno y contó lo sucedido: "Los problemas vienen desde el año pasado. Mi hija me decía: me empuja, me pega, me tira del pelo, y nosotros le recomendábamos que no le hiciera caso, que le avisara a la maestra, hasta que le pegó una piña muy fuerte en la nariz".

"Pedí audiencia con la vicedirectora del año pasado, Mery Morales, y la maestra del año pasado, Florencia. No se presentó la mamá ni ningún familiar del chico. Solicité que lo viera el gabinete psicopedagógico de la escuela y me dijeron que ese gabinete pertenece al nivel inicial, así que no lo iban a tratar. Además en esa reunión me explicaron que el entorno del niño es conflictivo, que viven hacinados, que en la familia tienen problemas de drogadicción y alcoholismo".

Cansada del problema, la mujer trató de conversar con el agresor de su hija. "Yo traté de empatizar con el chico, de tratarlo bien cuando lo veía, y me puse de acuerdo con mi hija en que si pedían una cartulina, llevaba dos, y así, para compartir con él, pero la paz duró dos semanas y empezó de nuevo a agredirla y terminó el año mal. Todavía espero el informe psicológico que pidió la vicedirectora Mery Morales y que nunca se hizo, según me dijo la vicedirectora de este año, Liliana Ybba".

La pesadilla de la menor solo comenzó a hacerse más frecuente y a inicios de las clases, Belén y su esposa tuvieron que dirigirse a la escuela Lidia Rosa Montellano de Sidorenko porque a su hija le fracturaron los dedos.  "Me contó que el chico le cerró la puerta sobre los dedos y como no se cerraba, empujó la puerta y le fracturó dos falanges: el anular y el medio, y le explotó la uña del dedo índice" tras este ataque la niña debió permanecer más de 15 días en reposo. 

Lamentablemente no hay respuesta desde la dirección de la institución. Tanto las directivas como la maestra dijeron que no se harán responsables de lo que sucede.

"Nos sentimos desolados y abandonados. Vemos que no sirve de nada ser buenos padres, trabajar, educar a los hijos porque nuestros hijos no tienen derechos. Tampoco hay contención para niños problemáticos que le arruinan la vida a otros chicos. La solución es que yo la cambie de escuela a mi hija y eso, para las autoridades de esta escuela, no es estigmatizarla. Pero cambiar de turno al chico agresor si es estigmatizarlo para ellos. No logro entender tanta injusticia".

Peor aun, la directora Angélica Lobo contactó a Belén Sarmiento y le leyó el acta que dejó la supervisora Carolina Quirino, que dice: 'De acuerdo a lo manifestado por la señora Olivera (madre del niño) resuelvo que su hijo continúe en el mismo turno y grado, con acompañamiento y monitoreo de supervisión... pero si sucedieran otros hechos se evaluará realizar cambio de sección o de turno...'.

Claramente una solución que no resguarda la seguridad de la menor y parece ser que lo único que se puede hacer es cambiar a la pequeña de colegio. 

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