Hasta hace instantes se vivieron momentos de tensión en las puertas del Hospital San Bernardo cuando un grupo de vendedores ambulantes se enfrentaron con inspectores municipales, quienes decomisaron la mercadería de los trabajadores, lo que ocasionó que estos últimos se subieran al techo de un vehículo municipal.

Luego de llegar a un acuerdo, la mujer arriba de la camioneta aceptó bajar, siempre y cuando luego de la burocracia correspondiente, le entregaran sus productos. 

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Sin embargo, cuando todos los municipales subieron al vehículo, pidió ser llevada sola. Por otra parte, el hijo de una de las mujeres que vende en las afueras del hospital, dialogó con TodoSaltaNoticias y declaró que no estaban incumpliendo ninguna de las normas establecidas. No había manipulación de alimento y que tenían el permiso correspondiente.

"Nosotros preparamos todo al día. Nos levantamos a las 5 de la mañana", dijo.