Esto sucedió en el marco de que Juventud Antoniana decidió finalizar la concesión de los locales gastronómicos del “Paseo de la familia” ante el incumplimiento de pagos de los inquilinos y otras irregularidades.

La señora que se encontraba retirando sus cosas se encontraba llorando y muy angustiada. Ya que hasta el día de hoy pudo trabajar del rubro gastronómico pero ya no pudo seguir en este lugar. Sin luz, sin agua, ya estaban obligados a irse. 

Además expresó que no sabe dónde va a continuar trabajando porque no puede hacerlo ni en su domicilio ni pagar un alquiler en otro lado.