Una salteña reclama que el Instituto Provincial de la Salud de Salta “discrimina” a su hija que tiene autismo, retraso madurativo, ausencia del lenguaje y epilepsia, al imponerle trabas al acceso a un servicio de odontología acorde a los requerimientos de la joven de 18 años.

Mariana González detalló que su hija padece de un dolor de muelas desde el martes pasado, por lo que un dentista le hizo una solicitud de una intervención odontológica en quirófano pero que en las oficinas de la obra social provincial sólo recibió falta de empatía y mala voluntad.

“Me dijo que si le cortaban el brazo a él, también iba a ser un discapacitado” dijo la mujer y agregó que le cuestionaron las exigencias del tratamiento para su hija.

“Ella tiene una discapacidad intelectual, para ponerle una  inyección en un centro de salud tenemos que ir cinco personas para poder agarrarla” remarcó negando la posibilidad que recibir atención en un sillón odontológico común.

“Pido que el IPS me autorice el ingreso al quirófano para mi hija, no la puedo tener con calmantes día de por medio. El IPS está excluyendo a mi hija” aseguró.