DÍA MUNDIAL DE LA COMUNICACIÓN SOCIAL

Hoy se celebra el Día Mundial de la Comunicación Social que fue instituido por la Iglesia Católica como una manera de reflexionar sobre la importancia y la influencia de los medios de comunicación social en el mundo contemporáneo.
Es necesario hablar en este día especial del poder y de la responsabilidad que asumen locutores, periodistas y diseñadores en los medios de comunicación social. Se invita a reflexionar sobre su rol y conducta ética de quienes los impulsan, como límite a los desbordes a los que pueden ser pasibles, ante el compromiso social que tienen.
Primero fueron los libros y manuscritos quienes tuvieron este rol masivo de comunicación en el mundo. Luego en el siglo XVI aparecieron los periódicos, cartas de noticias y otros panfletos informativos. A principios de siglo XX surge el cine y más tarde la radio y la televisión, canales esenciales de difusión. En la actualidad existen otros medios como Internet por ejemplo.
Tal como lo afirman los expertos “la sociedad actual se encuentra inmersa en constantes cambios tecnológicos, donde lo analógico queda cada vez más atrás y lo digital se impone, planteando nuevos retos a las personas que se involucran en el proceso de creación, edición y publicación de material a través de las TIC y las redes sociales. Se ha modificado el panorama de las comunicaciones, y con ello los contenidos que nutren a los medios y la información. El profesional de las comunicaciones y el ciberusuario son ahora algunos de los intermediarios entre los hechos y la sociedad” (Cebrián, 2001).
En muchos países, los medios diversificados se han transformado en inmensos conglomerados económicos y en sujetos políticos con alta capacidad de definir agendas y de forzar decisiones presionando sobre los Estados. Son los mismos que tienden a aumentar la visibilidad crítica de todos los actores contrarios a sus intereses, al mismo tiempo que reservan para sí un lugar de trabajada invisibilidad. Es decir: en sus espacios todos pueden ser cuestionados con la excepción de ellos mismos y sus aliados de la economía concentrada y de los sectores políticos que los expresan.
De allí la necesidad de que la reflexión sobre estos grandes medios se impulse desde afuera de ellos. Es lo que vienen haciendo desde hace tiempo una serie de instituciones estatales, no gubernamentales, educativas y comunitarias, entre muchas otras. Lo hacen a través de Observatorios de Medios, Centros de Estudios, cátedras universitarias o ensayos de nuevas experiencias comunicacionales.