A la decisión que tomó Vladimir Putin de invadir Ucrania, y originar así un conflicto bélico de ribetes mundiales, gran parte del ambiente del deporte y sus distintas federaciones le respondieron con un boicot organizado hacia los atletas rusos; a través del cual los excluyen de prácticamente toda competencia internacional por tiempo indeterminado.

Por su parte, la FIFA determinó no dejar participar a la selección de Rusia, última organizadora del Mundial, en el Repechaje para Qatar 2022. Y por eso, la federación rusa, primero, emitió un descargo acusando de "discriminación" y ahora fue a por todo ante el TAS (Tribunal Arbitral del Deporte).

A través de una notificación membretada, la Unión del Fútbol de Rusia (RFU) anunció este jueves que solicitará ante el TAS que todos sus equipos nacionales masculinos y femeninos regresen a las competiciones por medio de "un procedimiento acelerado" sobre su caso, debido a la cercanía de la fecha inicialmente prevista para el duelo de la repesca vs. Polonia (el 24/3).

El motivo principal de la queja de los rusos se fundamenta en que la FIFA tomó una decisión "política"; poco relacionada con lo deportivo en sí, pero que a fin de cuentas también sirvió para dar más visibilización al horror por el que lamentablemente están atravesando miles de personas inocentes en estos días con la guerra.

Originalmente, la federación rusa apuntó contra la entidad madre del fútbol mundial de haber emitido un fallo "injusto y discriminatorio". Y además, argumentó su postura diciendo que su decisión "no está fundada en principios deportivos y perjudica a miles de profesionales y millones de aficionados en todo el mundo".