El clima en Boca Juniors dista mucho de ser el ideal y este miércoles se vivió un tenso nuevo capítulo de la crisis que atraviesa el club. Miguel Ángel Russo decidió separar a Marcos Rojo, Marcelo Saracchi y Cristian Lema del plantel principal, y los envió a entrenar por separado en la práctica pautada para la mañana de esta jornada.

La relación entre Rojo y el Xeneize atraviesa una de las etapas más delicadas desde la llegada de Russo al banco de suplentes. El experimentado defensor, que tiene contrato vigente hasta el 31 de diciembre, se encuentra fuera de la consideración del cuerpo técnico y busca alternativas para cambiar de rumbo, mientras el club vive semanas marcadas por los malos resultados deportivos tras superar la peor racha sin triunfos de su historia en la caída 0-1 ante Huracán del pasado domingo.

Uno de los episodios que profundizó los cortocircuitos ocurrió este martes por la tarde en el Boca Predio de Ezeiza. Según detalló ESPN, el marcador central habría mantenido un fuerte intercambio con el cuerpo técnico y optó por retirarse antes del comienzo de ese entrenamiento.

Esta decisión de marcharse de la práctica derivó en la exclusión del defensor en la práctica del miércoles. El jugador, según detallaron, no pudo cambiarse en el vestuario con sus compañeros de plantel y fue marginado para entrenar por separado. Este mismo accionar se aplicó con otros dos jugadores que no están en la consideración del DT: Cristian Lema, a quien el técnico ya le había advertido antes del Mundial de Clubes que debía buscarse club (lo mismo había ocurrido con Esteban Rolón, quien ya rescindió su vínculo), y Marcelo Saracchi, quien estuvo a punto de ser transferido a Independiente. De ahora en más, los tres defensores entrenarán aparte con un preparador físico del club.

Según los informes, la tensión surgió luego de una charla que encabezó Russo con aquellos futbolistas convocados para el encuentro del último fin de semana ante Huracán. En esa charla, que se extendió durante unos cinco minutos, participaron solo los 23 concentrados, mientras que los que no habían sido convocados quedaron afuera de la reunión. Una vez terminada la conversación, el cuerpo técnico llamó al resto para reintegrarse, pero Rojo se negó y abandonó el predio, visiblemente molesto por sentirse desplazado del grupo principal.