Los jóvenes prefieren un trabajo cómodo antes que uno con ascenso

No se trata de una postura aislada ni de una rebeldía generacional sin rumbo. Es una demanda concreta que, de a poco, obliga a repensar las reglas del juego dentro de las estructuras laborales.
Actualmente, la Generación Z representa el 30% de la población. Su peso demográfico y su protagonismo futuro como núcleo de la fuerza laboral para 2050 convierten sus elecciones en un tema de agenda para las áreas de recursos humanos. En muchas empresas, el aterrizaje de estas nuevas camadas viene generando tensiones con los baby boomers y los generación X, cuyas trayectorias laborales se forjaron bajo otros valores.
Choque cultural en las oficinas
El contraste es evidente. Las generaciones anteriores, criadas bajo la idea de que el progreso se alcanza a través del esfuerzo individual y la productividad medible, hoy se ven obligadas a compartir espacio con jóvenes que cuestionan ese paradigma. El trabajo, para los Z, no define la identidad. Tampoco es el centro de sus vidas. Prefieren un empleo que les permita desarrollarse, aprender y vivir tranquilos.
Según el informe de Adecco, el 65% de los consultados evitó ofertas laborales que exigen presencialidad absoluta o que restringen el tiempo libre. La experiencia del teletrabajo durante la pandemia aceleró esta preferencia. Ahora, muchas empresas buscan volver al esquema presencial completo, pero se topan con una resistencia firme.
La discusión ya no es marginal. En algunas empresas se transformó en un verdadero choque cultural. De un lado, los directivos de más edad que ven en la oficina un ámbito de control, eficiencia y compromiso. Del otro, los centennials que consideran que la autonomía y la gestión inteligente del tiempo son claves para trabajar mejor.
"La idea de que la oficina es sinónimo de productividad sigue instalada en muchas organizaciones. Sin embargo, lo que realmente impulsa el desempeño es el bienestar de los empleados. Momentos de desconexión y flexibilidad contribuyen más a la eficiencia que el control absoluto", sostiene el informe de la consultora.
Tecnología, formación y nuevos valores
La Generación Z también se diferencia en otros aspectos. Es la primera camada nativa digital. Nació con Internet ya consolidado y convive con la tecnología desde sus primeros años. Estudia online, consume por e-commerce, se capacita de forma autodidacta y tiene una relación directa con la inteligencia artificial. Las empresas que pretenden captar este talento deben ofrecer entornos donde la transformación digital no sea un obstáculo sino una herramienta cotidiana.