Cuáles son las barras bravas que marcharon con los jubilados y se enfrentaron con la policía

Este miércoles, la tradicional convocatoria semanal de los jubilados al Congreso de la Nación tuvo una de las jornadas más violentas de su historia. Las presencias de barras bravas e hinchas de decenas de clubes, además de sindicalistas y militantes de partidos de izquierda, no solo aumentó el volumen de la concentración, sino que además elevó su temperatura hasta el punto de ebullición.
Graves enfrentamientos entre la policía y los manifestantes marcaron la protesta frente al palacio legislativo. La mayoría de los protagonistas del cruce de agresiones estaban vestidos con los colores de los clubes por los que simpatizan.
Una de las hinchadas que se pusieron al frente en todo momento fue la de Chacarita, que el miércoles pasado fue la primera en sumarse a la marcha en apoyo a Carlos, un jubilado “funebrero” que había sido golpeado por la policía en protestas anteriores.
“Con el apoyo de toda la juventud, todas las hinchadas y toda la gente, porque este es el pueblo. Gracias a Dios, las hinchadas respondieron a los jubilados. El miércoles que viene van a venir los universitarios y vamos a convocar a todos a Plaza de Mayo”, advirtió Carlos, parado sobre un poste, en declaraciones a Futurock.
En la semana, a través de las redes sociales, se vieron invitaciones desde cuentas pertenecientes a sectores de las hinchadas de gran cantidad de clubes, como Boca Juniors, River Plate, Independiente, Racing Club, Argentinos Juniors, Estudiantes de la Plata, Gimnasia y Esgrima La Plata, Lanús, Nueva Chicago, Tigre, Ferro Carril Oeste, Almirante Brown, Temperley, Excursionistas, Deportivo Morón, Quilmes, Los Andes, Atlanta y All Boys.
Junto a la barra de Chacarita, la presencia más visible, ya que hasta viajaron juntos, fue la de los hinchas de Rosario Central, que viajaron 300 kilómetros un miércoles por la tarde para “hacerle el aguante” a los jubilados. No solo hubo “canallas”: en medio de ellos, también hubo representantes de Newell´s Old Boys y hasta se abrazaron entre ellos.
Se pudo ver también camisetas de San Lorenzo de Almagro, Atlas, Arsenal de Sarandí, Dock Sud, El Porvenir y Huracán, entre otras. Muchos hinchas fueron de manera independiente, aunque lo cierto es que varias barras son brazos armados de punteros políticos de las zonas de sus clubes, o trabajan directamente en municipios o tienen cargos electorales tras haber sido incluidos en alguna lista.
Desde los clubes, silencio. Ninguno convocó de manera oficial a marchar, más allá de los cruces habituales entre el Gobierno y la Asociación del Fútbol Argentino. Alguno incluso intentó desligarse por lo bajo.
También estuvieron y fueron parte de los incidentes, representantes de la Confederación General de Trabajadores (CGT), la Asociación Trabajadores del Estado (ATE), el Movimiento Socialista de los Trabajadores (MST), el Partido de los Trabajadores Socialistas (PTS), Convergencia Socialista, Política Obrera, el Sindicato Único de Trabajadores del Neumático Argentino (SUTNA), la Unión de Trabajadores y Trabajadores de la Economía Popular (UTEP) y los sindicatos agrupados en la Confederación Argentina de Trabajadores del Transporte.
A horas de la marcha, el Ministerio de Seguridad advirtió que reforzaría la presencia de policías y fuerzas federales, y anticipó sanciones severas para quienes ocasionaran disturbios.
En un comunicado difundido a través de la red social X, la cartera conducida por Patricia Bullrich catalogó a la protesta como “La Marcha de las Barras Bravas” y adelantó un escenario con sanciones más duras con exclusión de ingreso a los estadios de fútbol, en caso de que la situación se desbordara.
Pasadas las 18, aun con focos de enfrentamiento activos, había 14 detenidos informados de manera oficial, ocho de las fuerzas federales y tres de la Policía de la Ciudad.
Entre los aprehendidos por las fuerzas que comanda Patricia Bulrrich, dos portaban armas de fuego y otro un cuchillo tipo carnicero.