Vaca Muerta: los obstáculos que frenan el potencial del yacimiento argentino

Las expectativas sobre el desarrollo y explotación en Vaca Muerta inundan las tapas de los diarios y se generan no solo en el seno del Gobierno de Javier Milei, sino que llama la atención, también, en el mundo de los inversores extranjeros. Aun así, algunas circunstancias de la economía nacional hacen sombra sobre la imponente formación geológica.
Entre los principales factores que frenan el potencial productivo y de exportación de la región se pueden enumerar: el cepo cambiario y la falta de infraestructura. A la necesidad de realizar obras para facilitar el transporte de gas y petróleo se le suma la política cambiaria que desalienta a los inversores extranjeros.
Con la finalidad de afrontar uno de estos desafíos, la gestión libertaria decidió la apertura de una licitación internacional recientemente para ampliar el "Gasoducto Perito Francisco Pascasio Moreno”, (ex Presidente Néstor Kirchner). La medida se formalizó a través de la Resolución 169/2025 del Ministerio de Economía y pretende una ampliación de la capacidad en 14 millones de metros cúbicos diarios, con una posibilidad adicional de 6 millones.
Se trata de una iniciativa que busca, además, fomentar la independencia energética, limitando las importaciones de gas natural licuado (GNL) y combustibles líquidos. Esto generaría un ahorro fiscal estimado en 570 millones de dólares anuales. Más allá de alguna incertidumbre temporal, Vaca Muerta fue fundamental para equilibrar la balanza durante 2024.
Los obstáculos
El proyecto de extensión del "Gasoducto Perito Francisco Pascasio Moreno”, se presentó en junio de 2024 por la Transportadora de Gas del Sur (TGS). Desde entonces, la lentitud de la burocracia gubernamental frenó la puesta en marcha de esta iniciativa que demandará una inversión de US$700.
Otra limitación que aparece en torno a esta obra de infraestructura tiene que ver con la extensión a lugares que favorezcan la exportación. La planeación que motivó la apertura de un proceso de contratación internacional no contempla construcciones capaces de llegar al norte del país para permitir la salida de gas a Chile y Brasil a través de Bolivia.
Se desconoce aún si habrá inversores interesados en una proyección de este estilo y que puedan aspirar a acceder a los beneficios que promete el Régimen de Incentivo a las Grandes Inversiones (RIGI).
La lentitud con la cual se lleva adelante el RIGI es otro punto que frena el desarrollo del potencial de Vaca Muerta. Desde la promoción del plan hasta la fecha solo se autorizó una sola obra: el parque solar El Quemado de YPF Luz.
Por su parte, las reservas magras en dólares del Banco Central de la República Argentina (BCRA), obliga al Gobierno a imponer requisitos estrictos que bajan la expectativa de los inversores, como la liquidación del 40% de las sumas prometidas durante los dos primeros años de proyecto.
La incertidumbre en torno al cepo cambiario y las modificaciones regulatorias que fueron promovidas por medio del Decreto 70/23 y que redefinen el rol de ENARSA y CAMMESA, también se muestran como trabas para conseguir el compromiso de desembolsos futuros de empresas extranjeras.